(Montevideo, EFE)
Enrique Vila-Matas consideró “lamentable” la actitud de una nueva corriente de críticos surgida en internet, que se dedica a “destrozar” los libros de las nuevas promesas de la literatura.
El autor compartió un desayuno informativo con los periodistas de Montevideo, en el que expresó su opinión contraria a esta práctica, que se convirtió en sistemática en muchos casos dentro de este medio, y fue en perjuicio de las obras de jóvenes escritores.
El barcelonés (1948) aseveró que durante un tiempo no condenó la piratería de libros debido a que es un fenómeno que suele estar asociado a los autores más vendidos, algo que es una “buena noticia”, pero lo cual no es su caso, como autor al que leen “las minorías”.
Esa opinión se transformó cuando observó que toda su obra podía ser descargada a través de un solo enlace en una red social, algo que le llevó a considerar esa acción como “un robo”.
“Al principio, pensaba que estaba muy bien que me piratearan. Pero cuando vi en Twitter un anuncio en el que se podía descargar mi obra entera, comencé a pensar de otra forma”, expresó.
Autor de varios ensayos literarios, reflexionó sobre la profesión de novelista, a la que desacralizó, pues aseguró que, lejos de perseguir “grandes fines de nobleza”, los escritores muchas veces buscan escapar del aburrimiento o “simplemente sobrevivir” con las ganancias de sus obras.
Dudó al responder la pregunta sobre si la literatura es terapéutica para quien la practica, pero se mostró convencido de que puede ser útil en este sentido, ya que “ayuda a escapar”.
No obstante, rechazó para sí mismo esa afirmación y confesó que su actitud es la de involucrarse en la realidad que le rodea, y no la de “vivir a través de la literatura”.
“Hay personas que piensan que soy un ratón de biblioteca, pero yo no he pisado una biblioteca en mi vida”, ironizó, a este respecto.
HOMBRE CRÍTICOEn el acto de prensa, incidió que la intensa labor promocional a la que se enfrentan los escritores de obras exitosas les impide pensar en la siguiente, al igual que ocurre en otras profesiones en las que el talento juega un papel importante.
“Siempre que alguien destaca” en este sentido, “hay gente que quiere aprovecharse de él”, afirmó el autor de “Dublinesca” o “El viaje vertical”.
Se mostró crítico con el papel de los medios de comunicación y aseguró no creerse ninguna de las noticias que recibe a través de la televisión.
“Los medios nos despistan con todo, como los sucesos, y nunca ofrecen análisis de la realidad”, manifestó el autor, quien apuntó que cuenta con su propio método para descifrar la verdadera intencionalidad de cada información, en virtud de la naturaleza y los intereses del medio que la emite.
El escritor participó durante estos días en Argentina y Uruguay en las actividades organizadas con motivo del Festival Internacional de Literatura de Buenos Aires (FILBA).
Presentó su obra “Kassel no invita a la lógica”, en el que narra, en formato de “autoficción”, su experiencia en la feria de arte contemporáneo (Documenta de Kassel) que se celebra en esta ciudad alemana.
Allí, fue invitado en 2012 a sentarse durante 5 días en un restaurante chino situado a las afueras de la ciudad, para escribir delante del público y responder las preguntas o inquietudes de quienes se dirigían a él.