“Guitarra llama a cajón/ cajón a la voz primera / escuchen con atención / ¡aquí está la marinera!”, declamaba don Nicomedes Santa Cruz (1925-1992), decimista cuya impecable musicalidad tuvo que fraguarse golpe a golpe en un rectángulo de madera mohena de 47 cm de altura. Esclavos en las haciendas de la costa, con los tambores quemados, los inmigrantes de las etnias africanas bene, yoruba, bantú y congo tuvieron que ingeniárselas para acompañar sus coplas ancestrales con cucharas de madera, sillas, mesas, cajitas de limosnas y calabazas huecas. Pero el reinado del cajón —soberbia tonalidad, rebote amplio y profundo— marcaría con fuego esos infaustos días de trabajos forzados en plantaciones, socavones y trapiches.
- Bad Bunny: de empaquetador de supermercado al compositor del año en EE.UU.
- Theodor Cron: la trágica vida del suizo que modernizó la arquitectura del Perú
Internacionalizado a mediados de los setenta por el flamenco, asimilado por el jazz moderno y popularizado por los soneros afro-latino-caribeños, el cajón peruano recién sería declarado Patrimonio Cultural de la Nación el año 2001. Y tendrían que pasar siete años para que se instituya un evento múltiple que lo celebre. Recitales, conferencias, muestras audiovisuales, talleres, clases maestras, ferias y conciertos de gala: todo eso es el Festival Internacional de Cajón & Percusión (FICP), plataforma de conocimiento y reconocimiento fundada por el artista Rafael Santa Cruz (1960-2014) y punto de convergencia de músicos de diversas escuelas, estilos y nacionalidades en torno a un instrumento cuya trascendencia desborda las fronteras geográficas y musicales.
SIN FRONTERAS
Con doce ediciones precedentes y ya posicionado como el referente iberoamericano de la percusión, el FICP ha ido creciendo en alcance y resonancia desde su primera edición, allá por el 2008. A la medida de lo que quiso su creador, el investigador, docente, músico, actor y director, Rafael Santa Cruz: profundizar en las tradiciones familiares e inyectar la cultura afroperuana con renovadas formas de vitalidad. Y esta vez, sin fronteras digitales que la limiten, cada jueves de agosto y setiembre llega la XIII edición del Festival Internacional de Cajón & Percusión ´Rafael Santa Cruz´ con una renovada descarga de géneros y propuestas procedentes de tres continentes.
MIRA TAMBIÉN: Ringo Starr a sus 80: celebrando al más carismático e infravalorado de los Beatles
Al celebrado concierto acústico de Patāx –banda hispano norteamericana que lleva la fusión hasta las fronteras del flamenco, funk y latín jazz— sucederá este jueves la presentación del documental “Atajo de negritos” que el cineasta brasileiro Phillip Johnston grabara en Chincha en el 2004. “Ese año fui a Lima y en los ensayos de Yuyachkani grabé mi primer documental ‘Son de los Diablos’. Para su estreno vino Rafael Santa Cruz aquí a Río. Recuerdo el afecto de la gente de El Carmen. La idea de mis documentales es preservar la memoria y la identidad cultural. Si bien algunos protagonistas ya no están entre nosotros, su legado permanece a través de las nuevas generaciones y podemos revivir sus historias cada vez que vemos sus testimonios”, dice Johnston.
Como se sabe, la UNESCO reconoció 2019 a la danza del Hatajo de Negritos y Las Pallitas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por representar los valores del mundo andino prehispánico, el catolicismo europeo y los ritmos afroperuanos. Es el caso también de los Muñequitos de Matanzas, sexagenario grupo cubano de rumba cuya leyenda creció desde el humilde barrio matancero de La Marina y se proyectará en una película filmada en 2018. Mientras que ¨Calypso Rose: the Lioness of the Jungle¨ (2011) es el documental de Trinidad & Tobago que hace foco sobre Calypso, leyenda viva de la música caribeña y el afro-beat colombiano, la cumbia soukous y la champeta palenquera están retratados en ¨Justo Valdez y la rumba palenquera. Homenaje a Batata¨ (2004).
DISTANCIA CERO
La fiesta percusiva también prevé una especie de regreso a las raíces del jazz gracias Tarbaby, colectivo norteamericano de free jazz cuyo concierto virtual promete un viaje elástico y virtuoso. También tocarán en directo los Dengue Dengue Dengue, dúo peruano afincado en Berlín cuyo “Zenit & Nadir”, su tercer álbum, está infestado de cajones y quijadas procedentes de los hermanos Pudy y Miguel Ballumbrosio, de linaje afroperuano, antes de asistir a un alucinante tour por los guetos de Kinshasa para explorar a los raperos, bluseros discapacitados, griots, niños de la calle e inventores de instrumentos en el documental ¨Jupiter´s dance¨ filmado el 2007 en la rítmica y colorida Leopoldville, como también se le conoce a la capital del Congo.
Todo termina el 29 de septiembre con un potente live streaming de AfroPerú, la emblemática agrupación de Rafael Santa Cruz que, al mismo tiempo, clausura el evento y celebra su nacimiento. El de un artista que puso su vida básicamente al servicio del cajón, la percusión y el legado de sus ancestros. Alguien que el 2009 obtuvo el récord Guinness “Largest cajon ensemble” al convocar a 1.050 cajoneros y el 2012 batió su propia marca con 1.476 cajoneros reunidos en la Plaza de Armas de Lima. Esta vez las multitudes están prohibidas, pero toda la naturaleza híbrida y polimorfa del cajón —perpetuada en tonderos, zamacuecas, aguenieves, panalivios y festejos—, están más cerca que nunca: a un clic de distancia.
MÁS INFORMACIÓN
Todos los jueves a las 7:30 de la noche los conciertos, charlas y documentales se transmitirán por la página de Facebook del Festival Internacional de Cajón & Percusión ´Rafael Santa Cruz´.
VIDEO RELACIONADO
El cajón peruano como parte de la cultura afroperuana
TE PUEDE INTERESAR
- “El Chavo del 8”: ¿Cuántos millones le hizo ganar el niño más pobre a Chespirito?
- “Cajamarca: belleza, soledad y coraje”: fotógrafo retrata una ciudad histórica asediada por la pandemia
- El novio de la muerte: César Calvo (1940 – 2000)
- Peter Sellers: el lado oscuro de un comediante legendario
- Chabuca Granda: “La flor de la canela” y la historia detrás de la notable canción