Hoy se celebra el Día de la Canción Andina y, en pleno siglo XXI, pareciera que la música del ande ha superado sus fronteras, que se aclimató y aprendió a coexistir en cada una de las regiones del país, hasta ir más allá a conocer otros lugares del mundo.
La fecha, que fue decretada por el ex presidente Alejandro Toledo en el 2006, revalora la canción andina, una de las formas musicales más antiguas del Perú.
Se sabe que fueron cronistas como Huamán Poma de Ayala los primeros en registrar su existencia, el estilo y sus diversas formas de expresión que varían en cada comunidad, algunas de ellas como el huayno, el yaraví, la wifala, la kashua, el chuta chutay, entre otras tantas.
Pasaron los años, las décadas, los siglos, y la canción andina se mantuvo en su propia zona de origen, hasta que, según el investigador Raúl Romero, llamó la atención de académicos de principios del siglo XX como Daniel Alomía Robles que hizo una de las primeras grandes colecciones de melodías tradicionales. Otro de los grandes investigadores es el escritor José María Arguedas, quien reunió un gran número de grabaciones de música tradicional.
El gran cambio en la música ocurre a mediados del siglo pasado, entre otras razones, por la popularidad de la radio y porque la música pudo ser grabada en discos. Esto originaría la aparición de los primeros intérpretes que gozaron de gran fama y celebridad.
Señala Raúl Romero en el libro La música en el Perú que “de la primera generación, podrían citarse tres como los más representativos y exitosos: El Picaflor de los Andes (Alberto Gill Mallma), El Jilguero del Huascarán (Ernesto Sánchez Fajardo) y la Pastorita Huaracina (María Alvarado Trujillo)”. Según el origen, destacan los músicos de Junín, Áncash, Ayacucho, Cusco y Lima.
Así, la música andina superó sus fronteras y llegó a las ciudades, a las zonas urbanas, creció en los coliseos y clubes departamentales, alcanzó gran demanda en los años siguientes hasta el día de hoy, que mantiene su tradición y se mezcla con nuevas formas musicales.
Por ello, en este Día de la canción andina, recordemos algunos exponentes que han forjado nuestra música:
► Picaflor de los Andes
Nació en Junín, en la ciudad de Huancayo, y su real nombre es Víctor Alberto Gil Mallma. Pertenece a la primera generación de cantantes que le dio popularidad a la canción andina, a mediados del siglo XX. Cobró gran fama por canciones como “Mi dulce amor”, “Mi chiquitín”. Recientemente el cantante Diosdado Gaitán Castro realizó un disco tributo al representante de la música centro andina.
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► Pastorita Huaracina:
Nacida en Áncash, María Alvarado Trujillo es otra de las principales exponentes de la canción andina. Al igual que el Picaflor de los Andes, pertenece a la generación que gracias a la radio hizo de la música andina un género popular. Recibió del Estado la Orden del Sol en el Grado de Gran Cruz.
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► Amanda Portales:
Conocida como “La novia del Perú” y con más de 50 años de trayectoria musical, Amanda Portales ha logrado ser una de las voces que más recuerda la gente. Con inmortales interpretaciones de temas populares como el “Pío, Pío”, “Evocación”, “Mi chiquita linda”. Fue promotora de que se concrete el Día de la Canción Andina.
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► Eusebio 'Chato' Grados:
Tan popular como los anteriores exponentes de la canción andina, Eusebio Grados Robles se ha forjado a lo largo de más de 40 años como cantante vernacular y promotor de artistas. Nació en Cerro de Pasco y se hizo conocido como “Rey del pio pio”, y por sus curiosos pasos de baile al zapatear.
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► Princesita de Yungay:
Angélica Harada Vásquez nació en Yungay. De ascendencia japonesa, hoy en día es una de las personalidades más destacadas de la música andina. Destaca por la interpretación de canciones como “Llanganuco”, “Tragedia Ancashina”, “Cumbres del Huascarán”, entre otros temas.
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► Raúl García Zárate:
Raúl García Zárate es un punto aparte en la música popular andina. Hablar de él es hablar de la guitarra y de Ayacucho. Hoy en día es reconocido como “Patrimonio Cultural Vivo del Perú”. Con su música y su guitarra ha recorrido el mundo interpretando en salones de concierto canciones como “Adiós pueblo de Ayacucho”, “El cóndor pasa”, “Carnaval de Arequipa”, entre otros.
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► Jaime Guardia:
Para muchos, Jaime Guardia es el maestro del charango. Cantante y compositor de origen ayacuchano, Guardia es uno de los pocos músicos que tuvo la oportunidad de conocer al gran escritor José María Arguedas, con quien tuvo una gran amistad. Entre sus interpretaciones destacan “Mañana me voy”, “Huerfano pajarillo”, “Carnaval de Tambobamba”.
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► Indio Mayta:
Miguel Angel Silva Rubio fue un exponente vernacular cajamarquino, cantante y compositor. Conocido por sus seguidores como el “Indio Mayta”. Entre sus canciones sobresalen “El serranito”, “Carolina” y “La Matarina”, tema que se ha vuelto un clásico en la música peruana.
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► Manuelcha Prado:
Nació en Ayacucho. Manuel Prado Alarcón es otro de los máximos exponentes de la guitarra andina, tanto que le ha valido ser llamado como “El Saqra de la Guitarra”. Compositor, cantante e investigador de la música ppular, ha trabajado al lado de Raúl García Zarate y Jaime Guardia.
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► Máximo Damián:
La música andina ha mezclado varios instrumentos a lo largo de su historia, y uno de ellos es el violín. También de Ayacucho, Máximo Damián Huamaní ha conservado la tradición musical con su violín. Tan impresionante era su talento que el mismo José María Arguedas pidió en su testamento que su funeral sea acompañado con la música de Máximo Damián, quien falleció el año pasado.
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* La música en el Perú, Fondo editorial Filarmonía, Año 1985.