Una sola visita a nuestro país, para la Feria del Hogar de 1986, bastó para que Héctor Lavoe viviera eternamente en el Perú. Una muestra de ello es que en el mundo solo existen dos monumentos al Cantante de los Cantantes: uno en su natal Ponce [en Puerto Rico] y el otro en el Callao.
Por ello, este 30 de setiembre, fecha en la que el salsero cumpliría 72 años, se realizará un homenaje en Lima en el que participarán su hijo mayor José Alberto Pérez y el primer amor de La Voz, Carmen Castro. Antes de su llegada conversamos con ambos en una llamada telefónica.
— Héctor y usted crecieron en el Bronx y se conocieron siendo muy jóvenes... Carmen: Han pasado muchos años [risas]. Cuando lo conocí, él apenas era un jibarito recién llegado de Puerto Rico. Siempre digo que yo conocí a Héctor Juan Pérez, antes de que fuera Lavoe. Pero siempre amó cantar, buscaba ser alguien y mira lo que pasó. Cuando lo conocí, él había terminado de tocar con la New Yorker Band y comenzaba a ensayar con Francisco ‘Kako’ Bastar [donde conoció a Johnny Pacheco].
— En una entrevista contó que Héctor estuvo buen tiempo detrás de usted... C: ¡Ay sí! Yo venía de una escuela católica, no bebía, trabajaba como niñera para una amiga, mientras él se la pasaba en los clubes. Así lo conocí, un día acompañé a mi amiga para que viera a un chico ensayar, Héctor me vio y le gusté. Era tan flaco y cabezón, andaba con unos pantalones hasta arriba y unas medias a las que les tenía que poner liga. Yo lo molestaba, le decía que debían darle más comida [risas]. Cuando estuvimos juntos no teníamos un apartamento fijo, nos quedamos en la casa de mi amiga o en la de un cuñado. Finalmente vivimos un tiempo donde su hermana.
— ¿Cómo era el Héctor Lavoe lejos de los escenarios?José Alberto: Un buen padre, muy familiar, casi no me hablaba sobre cosas de artistas y cuando lo hacía era para contarme sobre dónde iría a cantar.C: Un hombre sencillo, humilde, cariñoso, pegajoso, celoso… todo oso [risas].
— ¿Mantuvieron una relación cercana? J.A: Sí, siempre hablábamos por teléfono y cuando podíamos salíamos a pasear.C: Si bien cada uno escogió su camino, nunca le negué ver a su hijo. Ambos quedamos en que habíamos decidido un nuevo camino en la vida y no nos meteríamos en el del otro. Aunque cuando nos separamos me compuso una canción: “Ausencia”. Hasta ahora termino llorando cuando ponen esa canción.
— José Alberto, escribiste un libro sobre tu padre. ¿Qué lo diferencia de las innumerables biografías que existen sobre él? J.A: Junto a Antonio Mejías buscamos a los antiguos socios de mi papá o a quienes tocaron con él. Mucha gente vio al artista, pero al buscar a estos artistas quisimos ver cómo era mi padre con ellos.
— En el 2006 se estrenó “El Cantante”. ¿Qué opinan de esa película?C: La actuación fue muy buena pero la película se enfocó mucho en las drogas y cosas feas. Cuando la estrenaron yo vivía en Florida y estaba con una de las hermanas de Héctor en casa. Me molestó que no mencionaran cosas buenas. Con todos sus problemas, Héctor se dedicó a cantarle a su público, dejó su alma entera para que la gente goce y me dolió que no lo pusieran así en la película. Yo nunca lo vi arrebatado, ni borracho, ni drogado. No deben guardar una imagen negativa de él, sino gozar como él quería. Por eso me gustaría que cuando escuchen de Héctor Lavoe piensen en el cantante que quería ver a su gente gozar, sobre todo en el Perú. Él decía que era su segunda patria.
Hijo y ex pareja de Héctor LavoeNací hace 69 años y mi hijo hace 49, ambos en el Bronx. Conocí a Héctor Lavoe cuando yo tenía 17 años. José Alberto heredó la pasión por la música de su padre, aunque no se dedica al canto. Puede conseguir las entradas para este concierto dando click aquí.