“Soy el cantante del ayer que hoy sigo cantando/ y mañana cantaré, mi vida estoy entregando. Esta canción se las canto yo, por todo el dolor vivido/ y el amor que lo calmó, a mí me curó. Porque la voz que me dio Dios me conecta con mi pueblo/ yo les abro el corazón con mi voz”.
Pocho Prieto, vocalista del grupo Rio, hizo hace unos días una publicación en Instagram, un medio en el que cotidianamente interactúan con sus seguidores. Aunque aquella foto no estaba vinculada al tema, alguien escribió la letra con la que iniciamos esta nota. Lo curioso es que no es parte de “Lo peor de todo”, “Contéstame” o “Televidente”, algunos de los himnos de Rio más coreados en los conciertos, sino la letra inicial de “Cantante”, uno de los temas que integran “33”, el nuevo disco del grupo. “Basta que sea una persona para tocarnos, para emocionarnos –nos dice Pocho-. Cosas así nos motivan muchísimo, porque el disco acaba de salir y ya había alguien que se sabía la letra y nos la escribía en redes con mucho feeling. Es una muestra de que las reacciones de la gente a este nuevo álbum han sido buenísimas”.
“33”, un disco con 12 temas distintos -más una versión adicional de “Amores que acaban”, cantada junto a Leslie Shaw- está en plena promoción de lanzamiento y ya es posible disfrutarlo en Spotify.
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Hasta el 2003, cuando publicaron “Boomerang”, los integrantes de Rio habían trabajado casi un álbum tras otro. Sin embargo, diferentes circunstancias hicieron que entre ese y este último disco hayan pasado casi 15 años. Toda una vida que ha visto cómo la forma en la que el público se acerca a la música cambió de muchas maneras. “Después de publicar 'Boomerang' nos dimos cuenta de que no iba a pasar nada en la radio –nos dice Chachi Galarza-. La gente sí reaccionaba a nuestras canciones, pero estábamos acostumbrados a promocionarnos por un medio que les hacía cada vez menos caso a los músicos peruanos, sobre todo de rock”. El guitarrista cuenta que, mientras ellos se decepcionaban de las emisoras nacionales, por otro lado, las redes sociales se hicieron una realidad que primero investigaron y luego asimilaron con absoluta naturalidad. “Vimos que llegaron chicos que, gracias a la tecnología, recién empezaban a conocer bandas y música como la nuestra”.
Quizás por eso, y porque no les ha faltado trabajo en estos casi 35 años de formados, fueron postergando la grabación de nuevo material. Entusiastas coros compuestos por nuevos jóvenes seguían cantando a todo pulmón himnos del pop rock nacional como “La universidad”, “Contéstame” o “Carol quiere un viaje a Londres”, compartiendo en los conciertos junto al público original de la banda –generacionalmente hablando-. “Así se nos iban pasando los años, casi sin querer”, asegura el bajista Cucho Galarza. En estos años, grabaron algunos singles, prepararon demos, siguieron componiendo y, sobre todo, no pararon de girar y tocar por diversas ciudades del Perú y en España, Estados Unidos o Japón para las colonias peruanas de esos países. Finalmente, el 2013 arrancaron con el trabajo, propiamente dicho, que dio como fruto “33”, que fue grabado entre octubre del 2014 y julio del 2016 en los estudios de Pulpo Stéreo. Un trabajo que, a decir de Pocho Prieto, se hizo “con paciencia oriental”. Una de las canciones más destacadas es la ya mencionada “Amores que acaban”, que aparece en dos versiones: una solo de la banda y otra, en colaboración con Leslie Shaw, antes de que la intérprete se mudara musicalmente al reguetón. “A Leslie la conocimos en las giras y los festivales en los que tocamos por todo el Perú –nos cuenta Cucho-, nos pareció que sería buena idea cantar ese tema con ella porque la sentimos súper rockera en sus presentaciones. Le hicimos la invitación, escuchó la canción, le gustó mucho y vino y grabó con nosotros al toque. Muy afinada, con mucha actitud. La pasamos excelente grabando con ella y el tema quedó muy bien”. Pero no es la única que los ha acompañado en este disco. Fred Aching en la batería y Juan Carlos Fernández en teclados, dos músicos que son parte de la familia de Rio también grabaron con ellos. La actriz y cantante Érika Villalobos participó en “Ángel enamorado” –“Cantó fantástico”, dice el trío, casi en coro- y la canción “Historias” vio una reunión que, en los años 80, hubiera resultado casi imposible: Daniel F, ilustre representante de lo que era entonces el rock subterráneo, unió su voz a las de Rio, con estupendos resultados.
“Nosotros creemos que este disco va a tener mejores resultados a largo plazo”, nos dice Chachi. “Pero desde que lo terminamos estábamos felices de cómo quedo y seguros de que estaba bacán. Lo importante es que nos guste mucho a nosotros, pero también hemos visto ya una gran respuesta del público. Ya hemos vivido tantos cambios en la promoción de nuestras canciones en tantos años que estamos muy tranquilos por eso”.
En estas décadas, han podido ver como nuevas generaciones se han integrado a su público. Cuando van a tocar a algunos colegios pueden ver adelante a los chicos de primaria, detrás a los jóvenes de secundaria y a los lados a los padres y profesores: todos cantando las mismas canciones con igual euforia. Quizás por eso suceden anécdotas como la que nos cuenta Pocho, antes de despedirnos: “La otra vez estuvimos en el Alternativo Fest, detrás del escenario con Guillermo Bussinger, cantante de la banda de Pedro y de Los caracoles suicidas. En un momento, hablamos sobre 'Todo estaba bien', y él me dice 'Cómo me hubiera gustado cantarla alguna vez con ustedes, esa canción me encanta'. Y yo lo miré y le dije al toque: 'Hoy es el día. Hoy la cantas con nosotros'. '¿Seguro?', me dijo él. '¡Seguro!', le dije. Y, a los pocos minutos, ya estaba cantándola con nosotros frente a un público sorprendido. Esas cosas bonitas le encantan a la gente y a nosotros nos hacen muy felices. Uno es músico para poder vivir ese tipo de experiencias”.