A un mes del lanzamiento de su próximo álbum con el sello Decca, Juan Diego Flórez ha anunciado que regresará al Perú para ofrecer un concierto que ya se perfila como uno de los acontecimientos musicales del año. La ocasión será especial por varios motivos: no solo será la primera vez que el gran tenor peruano se presente en el Estadio Nacional, sino que además convocará para acompañarlo a algunas de las principales figuras de nuestra música popular: Eva Ayllón, Andrés Dulude y William Luna.
El concierto tiene como objetivo recaudar fondos para el proyecto social Sinfonía por el Perú, una red de orquestas compuestas por niños y jóvenes de bajos recursos fundada por Flórez con el respaldo de José Antonio Abreu, el legendario fundador del Sistema en Venezuela.
Aprovechando la ocasión, El Comercio conversó con el artista a propósito de sus próximos proyectos y de sus incursiones en el ámbito de la música popular. La cita será el sábado 17 de octubre y las entradas saldrán a la venta este jueves en los módulos de Teleticket.
—El próximo mes lanzarás un disco de canciones italianas. ¿Qué te motivó a emprender ese proyecto?
Hace muchos años que trabajo en Italia, pero mi relación con la música italiana se remonta a mi niñez. Mi abuela, por ejemplo, tenía la costumbre de tocar en el piano “Torna a Surriento”, una famosa canción napolitana. Cuando entré al conservatorio a los 17 años comencé a escuchar ópera y descubrí que las canciones italianas son un ‘must’ en repertorio tenoril. Luego viajé a Estados Unidos para participar en audiciones y de pronto me quedé sin dinero, así que fui a cantar al metro de Nueva York, en el Grand Central, y lo que cantaba, acompañado con una guitarra, eran canciones napolitanas. En realidad, todos los grandes tenores – llámense Carreras, Pavarotti o Di Stefano–, han cantado estas canciones y, de hecho, muchas fueron compuestas para ellos.
—¿Cómo describirías tu relación con la música popular?
Yo crecí con la música popular. Antes de entrar al conservatorio, mi bagaje musical estaba compuesto de canciones peruanas, música latinoamericana, baladas románticas, rock. Ese era mi mundo. Lógicamente, cuando canto música popular, se oye que soy tenor. Es difícil salirse de ese esquema. Pero me encanta hacerlo y tengo que decir que últimamente en mis conciertos he cantado al menos una pieza popular con la guitarra y la respuesta del público ha sido muy positiva. En el concierto que ofreceré en el Estadio Nacional ocurrirá algo similar, pues será una fiesta donde se combinarán la música clásica y la popular.
—Cantarás al lado de Eva Ayllón, Andrés Dulude y William Luna. ¿Cómo surgió la idea de convocarlos?
Son artistas que yo admiro y que siempre me han gustado. En el caso de Eva Ayllón no hay nada que explicar: la conoce todo el mundo y sabemos la valía que tiene. Nunca he cantado con ella pero siento que ha llegado el momento. También estará Andrés Dulude, que es un artista que tanto le ha dado al rock peruano. De hecho, tuve el privilegio de que él tocara con su banda en mi matrimonio y fue fantástico. William Luna también es un músico extraordinario con el que compartiré el escenario por primera vez. Esa noche nos acompañará una orquesta sinfónica, pero también va a haber una banda de rock, cajones, instrumentos andinos y guitarras. Va a ser un concierto único con cuatro géneros musicales distintos unidos en escena.
—El concierto será a beneficio de Sinfonía por el Perú. ¿Por qué decidiste apostar por un proyecto de esa naturaleza?
Sinfonía por el Perú se basa en el Sistema de Orquestas Juveniles de Venezuela. Ese proyecto fue fundado hace 40 años con el objetivo de transformar a la sociedad a través de la música, y luego se ha ido expandiendo en diversos países de América Latina. Cuando estuve en Venezuela en el 2009 y vi cómo la vida de medio millón de niños va cambiando por esta idea, dije: esto lo tengo que hacer en el Perú. Comenzamos en el 2011 y en poco tiempo hemos logrado abrir trece núcleos que benefician a 3.500 familias. Ahora vamos a inaugurar un nuevo núcleo en Ica con el apoyo del gobierno regional, e iniciaremos un nuevo proyecto de gran envergadura en el Rímac con el respaldo del BID y de la municipalidad distrital. Es una idea fantástica porque, a través de la música, estos niños aprenden valores, se sienten más seguros de sí mismos y empiezan a ver su futuro de otra manera. Saber que la música, que es lo que más amo en la vida, puede ser una herramienta para formar mejores ciudadanos es algo muy potente. ¿Por qué no apostar por ello?
Contenido Sugerido
Contenido GEC