Desde hace mucho los integrantes de Tokio Hotel asumieron que ya no son aquellos adolescentes que irrumpieron con fuerza en la escena mundial a inicios de siglo. Al igual que otras agrupaciones que alcanzaron el éxito a temprana edad, seguirle la pista a la industria musical no fue su principal objetivo. Lo que en realidad querían era continuar explorando nuevos estilos y formas de crear.
De producir temas en alemán pasaron a componer letras enteramente en inglés. De grandes puestas en escena se mudaron a escenarios menos masivos. Aunque estas decisiones derivaron en críticas por parte de un sector de la audiencia, quienes realmente disfrutaban de su propuesta se mantuvieron a su lado. “Creo que tenemos seguidores que aprecian cada etapa. Nos piden que interpretemos nuestros primeros temas pero de igual manera los últimos”, afirma Bill Kaulitz, vocalista de la agrupación, en una entrevista para El Comercio.
Luego de lanzar el álbum “Humanoid” en el 2009, Tokio Hotel tardó más de cinco años en estrenar su siguiente producción, “Kings of the Suburbia”. Lejos de dejarse llevar por el abrumador reconocimiento a nivel internacional, en aquel momento decidieron hacer una pausa para redefinir su propósito como conjunto. “Solo al principio sentimos angustia sobre nuestro trabajo porque todos los ojos estaban sobre nosotros. Pero una vez que pasó ese momento, ya no nos afectó. Ahora mismo no sé cómo definir la música que hacemos, es lo que nos nace”, señala.
RECORDAR SUS RAÍCES
Una primera impresión de sus recientes composiciones -y de sus redes sociales- podría llevar a pensar que muy poco queda de los jóvenes que comenzaron su carrera en Magdeburgo hace 19 años. Sin embargo, Kaulitz considera que la renovación de su estilo no ha significado olvidar sus orígenes, sino lo contrario. “Con las letras, más que dar un mensaje, siento que expresamos lo auténticos que somos. Es decir, dejamos en claro quiénes somos y de dónde venimos. Creo que mostrarnos así a través de nuestros temas es una manera de recordar cómo empezó esto”, afirma.
Por último, el músico asegura que a pesar de los años transcurridos, tanto sus compañeros como él no han perdido su gusto por lo que hacen. “Entre los miembros de la banda compartimos la misma manera de ver la música. No nos desesperamos por estar a la par de la industria. No estamos obsesionados con el trabajo. De algún modo hemos logrado mantener el mismo ambiente dentro del grupo. Me refiero a que si bien hemos cambiado algunas cosas, nosotros nos divertimos igual que al inicio cada vez que salimos de gira”, finaliza.
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Lugar: Domos Art. Dirección: Bajada del puente John Lennon, San Miguel. Fecha: 17 de marzo a las 9 p.m. Entradas: Teleticket.