Hubo un tiempo en que el rock peruano se desembarazó de su rabioso alarido subterráneo para irse de rumba por la trocha que ya había taladrado el punk. Con la herida abierta, aunque algo menos expuesta bajo la equívoca sensación de estabilidad del primer Fujimori, La Liga del Sueño (1991 - 2000) catalizó esa vigorosa vibración haciéndola expansiva, ingeniosa, paródica. La mar de músicas germinando en una rítmica afro-caribeña revestida de funk a la peruana. Así sembraron una trilogía que, tantos años después, les continúa insuflando vitalidad: “Al derecho y revés” (1994), “Por tierra” (1996) y “Mundo Cachina” (1998).
—¿Han pasado dieciséis años de la disolución de la banda. ¿Cuánto ha cambiado el concepto del show? Sospecho que hay una evolución necesariamente más técnica que humana, aunque ustedes no han cambiado… gracias al Photoshop.
Pelo Madueño: Gracias al Photoshop y a que más o menos todo sigue igual, aunque ahora hacemos una representación más consciente de lo que fue artísticamente La Liga en los noventa. Entonces no podíamos percibirlo porque estábamos todo el tiempo luchando y el campo de batalla levanta mucho polvo. A la distancia se ven las cosas dispuestas como en un mapa estelar. Todo está siendo bastante positivo.
Arturo Ríos: La gira, el show, la puesta en escena, el vestuario, el sonido y hasta el Photoshop son nuevos y como siempre lo quisimos hacer. No solo los pokemones evolucionan, nosotros también.
—¿Girar en una banda célebre es como reverdecer laureles? Ojo que los laureles se usan en los poetas y los tallarines.
Arturo: ¿Al reverdecer laureles te refieres a tallarines al pesto? Girar en una banda de amigos que son como hermanos es, como dirían los creyentes, una bendición.
Pelo: Una banda que va a contracorriente de principio a fin no entiende de laureles y a veces ni los respeta. Vivíamos en un terreno estético y poético algo apartado, donde nos sentíamos a salvo. Sospecho que pisar demasiado el suelo y el sistema musical mediático generó una reacción psicoquímica aniquiladora. Nos disolvimos en nuestro mejor momento. Más que el laurel, nos gustaba el hongo.
Chino Chau: La celebridad es mucho laurel para tan poca pasta.
-
—¿Y tocar las canciones de antes no es como vivir en un loop?
Chino: Es vivir en Paradise City y no conseguir ‘satisfaction’ porque cada nueva novia luce como tu amor eterno. Felizmente la música puede ser solo paja.
Pelo: Si solo haces eso y eres un hitmaker en loop, pues sí, debe ser agotador. La banda fue un experimento que mutó de principio a fin, no hubo lugar a loop y hacerlo ahora después de 15 años no ha sido nada traumático.
-
Floreados años noventa junto a Johanna San Miguel y Gonzalo Torres, primera formación de La Liga, en 1994. (Foto: Difusión)
—¿Qué significa este nuevo rodaje? ¿Acariciar un tiempo pasado que fue mejor o darse de bruces nuevamente con la finitud del éxito?
Arturo: Depende si te importa el éxito o no, o de lo que significa para ti. A mí me parece incluso que podría ser hasta artísticamente contraproducente, pero, en fin, el éxito es un amigo de Facebook que te pone like a veces, pero cuando te lo encuentras en la calle no te saluda.
Pelo: El pasado no fue mejor ni a balas, recuerdo no haber disfrutado casi ningún concierto en esa época, era todo muy visceral. Este nuevo rodaje sí que lo estamos disfrutando. Con respecto al éxito, me quedo con una de las caras de su relatividad: es una boludez. En los sueños no existe el éxito.
Chino: Éxito es pasear por el lado salvaje y salir huyendo cuando te traen la cuenta.
—¿Y qué supone exactamente la remasterización de los temas?
Chino: La maestría, algo que La Liga del Sueño siempre buscó a base de exceso de experimentación y alguna que otra droga dura como el rock and roll.
Pelo: No supone nada misterioso. Es solo un proceso técnico que logra nivelar los audios y mejorar la ecualización general. Dura muy poco y se hace en bloque, como cuando vamos al mundial.
Arturo: Es una mejora en el sonido de la grabación original; si antes te gustaba, ahora te va a gustar más.
-
LIGA INDESTRUCTIBLE“Semilla negra”, “La peor de las guerras”, “No es amor”, “Rodando”, “Aldina”, “Por mi Dios”, “Llévame en tus manos” y “Danza mortal”, entre otros, suponen la fermentación de sabrosos sones especialmente destinados a surtir con electricidad la corteza cerebral en un show donde la danza aflora desde la punta de los pies y florece en cuerpo entero. Especialmente en los picos previsibles: “Semilla negra”, tema que Santiago Auserón compuso para Miguel Bosé y este lo rechazó (!), y “Mala sangre”, poema de Rimbaud que Madueño, talentosísimo en la lírica y el empaque eléctrico, transvasa hacia un pop preciosista y sofisticado cuyo polisilábico castellano fluye natural bajo los patrones rítmicos del idioma del rock, el monosilábico inglés.
—¿Terminan esta lista de presentaciones y La Liga vuelve a la congeladora o piensan mantenerla en el microondas para recalentarla otra vez?
Chino: La Liga es indestructible, lo demás es lo de menos.
Arturo: La gira durará unos meses más, luego de eso cada uno regresa a lo suyo.
Pelo: Claro, esto es como un exorcismo, el espíritu ha de abandonar el cuerpo. Aunque supongo que algo de ese espíritu quedará en el público, que fue el motivo principal de esta reunión: encender nuevamente el ritual para una generación que nunca vio a la banda en vivo, y nosotros tampoco a ellos. Inocular es un ideal.
—Con un material que solo proviene de los tres discos, ¿no han tenido la tentación de componer colectivamente?
Arturo: No, solo la tentación de ir al chifa Chun Yon.
Pelo: No hemos venido a retomar el camino, solo a proyectar el trabajo hecho por la banda pero desde un tiempo y un lugar distintos, a vivir el acto de otro modo. Con esos tres discos nos basta y sobra.
Chino: Las canciones son como fotos del momento; por lo tanto, volverlas a tocar siempre es distinto, más si no las tocas hace 16 años.
—¿Y después de La Liga?
Arturo: Seguir en la música, el diseño gráfico y mis hijos, quizás ellos son en realidad mis proyectos más estables.
Pelo: Tengo varios trabajitos, soy un ejemplo de emprendimiento y la estabilidad es una sustancia que mi cuerpo ha sabido asimilar. Pero mejor ni empiezo porque solo pienso en vacaciones.
Chino: Disfrutar de este premio Humanitarian Award, viajar a la India, de regreso pasar por el club de Madrid y de Madrid a Cabana, en todo momento luchando por la paz y redondez mundial.
-
COMBO POÉTICORedondez que la banda, volcada en pleno a la carretera, reinstala en sus conciertos: Cusco, Arequipa, Huancayo y Trujillo ya pueden testificar una química sin fisuras. Un bloque sónico que recupera los planteamientos artesanales, el folclor de la urbe, la electricidad al servicio de la fiesta. La danza como equilibrio entre la perfección y la libertad. Con este combo la poesía es libertad y la libertad es licenciosa. Han pasado los años y aquellas letras repletas de demonios interiores y horizontes desesperanzados suenan rabiosamente actuales. Después de todo, los desiertos son las playas del futuro.
MÁS INFORMACIÓN
Despierta Tour 2006.
Formación: Pelo Madueño, Mauricio ‘Chino’ Chau, Arturo Ríos. Invitados: Johanna San Miguel, Gonzalo Torres, Rui Pereyra. Lugar: Sargento Pimienta de Barranco.
Día y hora: Viernes 11 de noviembre, 11 p.m.
Entradas: agotadas.