Mientras miraban de reojo el éxito de bandas como Frágil y Arena Hash, los integrantes de Mar de Copas iban edificando su propio espacio valiéndose de ingeniosas y costosas estrategias, como aquella vez que compraron todos los cassettes de su primera producción, para que la disquera siga apostando por ellos. Y el plan funcionó.
“El primer disco llegó a las universidades porque toda esa primera camada la compramos nosotros y la regalamos. De esa manera el sello discográfico aceptaba hacer más, pues creía que se había vendido al público”, cuenta el vocalista de la banda, Luis García 'Wicho'.
En 1991, tras ponerle fin a la banda Los inocentes, José Manuel Barrios 'Manolo' (guitarra, voz y coros) y Eduardo Leverone 'Toto' (Batería y percusión) se embarcaron en una nueva aventura musical, llamada Mar de Copas. Posteriormente se sumarían Wicho, Félix Torrealva (Bajo), Phoebe Condos (Teclado y coros), César Zamalloa Diez-Canseco (Bajo) y Claudia Salem (Coros).
“Cuando ellos terminan Los inocentes, tratan de armar un nuevo grupo, en el cual estuve como mes y medio, luego me quité. Un año después, en 1992, al ver que ya habían grabado algunas canciones y el disco había tomado forma, tuve mi segundo debut en la banda. Pero, sinceramente, pensaba que solo iba a durar dos años”, confiesa Wicho.
El vocalista de Mar de Copas cimentaba sus dudas en la marcada preferencia que tenía el público de aquel entonces por las bandas extranjeras. Las peruanas generalmente quedaban relegadas.
“Nos ha tocado vivir una época difícil. He estado en conciertos de Miki (González), donde le tiraban piedras. La gente no quería ver grupos peruanos, quería ver a Charly García. Era una lucha constante. Muchas bandas que salieron en ese tiempo, desaparecieron”, explica el cantante nacional.
Sin embargo, las ganas de seguir haciendo música y grabando temas, aunque estos no sean escuchados por un público, motivó a Mar de Copas a continuar.
“Nosotros seguimos porque éramos tercos y porque nos gustaba lo que hacíamos. 'Mujer noche' (tema de su primera producción) nunca sonó en la radio, pero seguíamos porque era parte de nuestra vida y no teníamos hambre de éxito”, refiere Toto. “Nuestro éxito era componer canciones y grabarlas. Más apuntábamos a eso, que a llenar locales”, añade Wicho.
DESPEGUE MUSICALEn 1994, con el lanzamiento del segundo disco: “Entre los árboles”, Mar de Copas comenzó a crecer exponencialmente. Los contratos empezaron a llegar y ese público indiferente, volteó a mirarlos.
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“Con el segundo disco las cosas comenzaron a mejorar. En ese tiempo estaba de moda la guerra de las empresas cerveceras, se peleaban por los conciertos, nos compraban conciertos de diez en diez. Ese dinero nos sirvió para montar nuestro propio estudio de grabación”, refiere Wicho.
En 1999, tras lanzar el cuarto álbum de estudio, “Suna”, Mar de Copas comenzó a sonar con fuerza en las radios. “Mujer noche”, tema del primer disco, era el más solicitado en las emisoras radiales.
“'Mujer noche' y 'Un día sin sexo' son los temas que más pide la gente en los conciertos, aunque también hay quienes piden 'Fugitivo', 'Corazón de acero'; es decir, las caletas”, detalla Toto.
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DEBUT EN LOS ESCENARIOSLa primera presentación de Mar de Copas se dio en 1993, ante un poco más de 100 personas, entre familiares, amigos y gente del sello discográfico. Fue para el lanzamiento del primer disco, en el segundo piso de la tienda Phantom, ubicada en Miraflores.
“Después nos presentábamos en La Estación, La casona, en sitios de Barranco y Miraflores. Es más, mucha gente nos tildaba de pitucos porque no tocábamos en otros distritos. Y no lo hacíamos porque no había más locales”, detalla Toto.
AUTOCENSURAN TEMAMás de dos décadas después, Mar de Copas sigue vigente, convertida en una de las bandas de rock alternativo más importantes de nuestro país. El director Antonio Rodríguez, quien produjo y dirigió la película de Frágil, ha girado los ojos en los abanderados por Manolo y Wicho. Espera llevar la historia de la agrupación a la pantalla grande.
“Hemos evolucionado, antes éramos más volátiles, ahora somos más concretos. Hay temas que hemos dejado de tocar, aunque nos pidan, 'Ramera', por ejemplo. La última vez que la canté fue justamente el día en que murió esa chica quemada (Eyvi Ágreda). Fue en un concierto, la gente me destruyó. Me pesó porque es una canción misógina y decidí nunca más cantarla”, refexiona Wicho.
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EL DATO Mar de Copas presenta los días 15, 16 y 17 de agosto en el Teatro Municipal de Lima, el concierto celebración por los 25 años del lanzamiento de su segundo y más emblemático disco: “ Entre los Arboles ”.