Cuando en el 2003 Metallica canceló su gira por Latinoamérica, Ignacio ‘Sean’ Borderes terminó devastado. Él tenía 21 años, vivía en el barrio de Belgrano y trabajaba como camarero. Tuvo que esforzarse mucho para reunir suficiente dinero y comprar una entrada para el que era el primer concierto de rock al que iba a asistir. Nacho, como sus amigos le decían, compartió el malestar de todos los fanáticos argentinos, sentimiento que se acentuó al conocer la razón por la cual no se concretó la visita de la banda a la región: sus ídolos rockeros estaban físicamente agotados. Aun así, el fanatismo por su música se mantuvo intacto por muchos años.
Hace un mes casi pierde la oportunidad de su vida: protagonizar el video de la nueva canción de Metallica, “Am I Savage?”. Revisando unas páginas web encontró una convocatoria para el cásting del videoclip de una banda de rock, pero decidió no darle importancia. Había actuado en algunos cortometrajes y spots publicitarios, así que ser parte de un video musical no le pareció algo tan importante. Felizmente para él, su agente le separó un turno. “Me dijo que me había conseguido una audición para trabajar con Metallica, y cuando me mandó la información supe que se trataba de la misma oferta que yo había pasado por alto”, recuerda Borderes. Una semana después le avisaron que había sido elegido. Una noticia que alegró también a su hermano, de quien heredó el gusto por el metal. “Ser parte de este proyecto es un honor, teniendo en cuenta que hace ocho años no sacan un disco”, dice.
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NUEVO MATERIALLa promoción de “Hardwired... To Self-Destruct”, nuevo disco de Metallica, inició hace cuatro meses. En agosto se publicó “Hardwired”, el primer single, que hasta la fecha lleva casi doce millones de reproducciones en Spotify. En setiembre y octubre llegaron “Moth Into Flame” y “Atlas, Rise!”. Esta semana, finalmente, se hizo el lanzamiento oficial del álbum y del videoclip de “Am I Savage?”, el cual relata la historia de un hombre que lleva una vida normal, dedicada al trabajo y a su familia, pero que cuando está solo su verdadera personalidad se revela en un ataque psicótico. “Me dieron luz verde para exteriorizar los demonios que todos tenemos, pero que la sociedad no permite expresar”, comenta Borderes. “Cuando empezó la música y subieron todo el volumen, me volví loco por seis minutos”.
Sin embargo, el recibimiento del público no ha sido el esperado pues aunque el videoclip ya superó el medio millón de visualizaciones en You Tube, la canción, al igual que las otras del disco, no aparece dentro del top 200 de Spotify a pesar de la cantidad de reproducciones que tiene.