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Los últimos días del año suelen propiciar el recuento y la meditación, por lo que, tras las reflexiones de rigor, a más de uno le puede venir la ‘depre’ en esta época. Tal parece ser el caso de Miley Cyrus, quien lanzó en el mismo día de Navidad, para sorpresa de sus fans, el tema “My Sad Christmas Song” (“Mi triste canción de Navidad”).
Para grabar este tema, la chica rebelde del pop de 23 años contó con la colaboración de sus amigos de The Flaming Lips, la banda estadounidense de indie rock y psicodelia liderada por Wayne Coyne.
Además de la voz agridulce de Miley Cyrus, los acordes meláncolicos de la guitarra son los otros protagonistas de una canción que no hace sonar muchos instrumentos para reforzar una sensación de desnudez e introspección, aunque sin abandonar su actitud transgresora. En sintonía con esa postura, ella canta: “Siempre pensé que Santa era algo lindo/Hay algo en su barba, su gran barriga y sus botas/Le he dejado a Santa más galletas este año/Creí que él podría valorar algunas cervezas/Es por eso que siempre estoy en la lista de los que se portan mal/Él siempre me dice que me emborracho y enseño mis senos”.
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Y en otra parte del tema, la ex protagonista del juvenil e inocente programa de Disney, “Hannah Montana”, se refiere a lo duro que es terminar una relación en los días previos a las fiestas. Por ello entona: “¿Cuál es el punto de poner un árbol si nadie lo va a ver?”
¿Pose o actitud genuina? Difícil de precisar. Lo cierto es que en las últimas semanas, las fotos que Miley Cyrus ha venido subiendo en sus cuentas en las redes sociales no la muestran precisamente en una actitud depresiva.