La banda mexicana Molotov desató una polémica que no se esperaba en Estados Unidos, al decir que no sacará de su repertorio la canción Puto después de que se lo pidiera la organización defensora de los derechos de la comunidad lésbica, gay, bisexual y transgénero en ese país (GLAAD).
En cada país donde nos hemos presentado desde 1997 (año en que se lanzó la canción) hemos dejado muy claro que no se trata de un tema en contra de la comunidad gay, y que por el contrario, va dirigida a aquellos políticos corruptos y cobardes, explica el bajista Paco Ayala.
Puto es una canción de catarsis para expresar esa frustración que nos causa la clase política, añadió el músico. La canción sirve como un vehículo de expresión, y lamentamos informar que Puto sí se escuchará en nuestros conciertos en Estados Unidos como parte de nuestro show. La mala noticia para nuestros detractores es que la canción no va dirigida a la comunidad homosexual.
GLAAD anunció el miércoles que se suma al llamado de varios activistas por la comunidad LGBT para que Molotov se pronuncie en contra de la violencia anti-LGBT y no interprete el tema en la gira Jagermeister Music Tour, con la que recorrerá diversas ciudades estadounidenses.
La respuesta de Molotov es tanto irresponsable como lamentable. Ellos tienen la oportunidad de hacer mucho bien al no cantar la canción y al denunciar la violencia anti-LGBT ante sus fans. A pesar de su supuesta intención, los llamados a la violencia y los insultos anti-gay en la canción no serían aceptables por una banda que canta en inglés y lo mismo debe ser cierto en este caso, expresó Dave Montez, presidente interino de GLAAD, en el comunicado.
Ayala recalcó que en 18 años de carrera musical, él y sus compañeros de grupo han dado voz a través de sus canciones a miles de personas que no están en condiciones de manifestar su descontento con la clase política por el mal manejo de sus respectivos gobiernos.
Puto, una de las canciones más polémicas del cuarteto que completan los guitarristas Tito Fuentes y Miky Huidobro y el baterista Randy Ebright, se incluyó en el álbum ¿Dónde jugarán las niñas, con el que la banda ganadora de cuatro Latin Grammy incursionó en la escena musical en 1997.