A veces un correo electrónico puede venir del futuro. Llegar como un anuncio de lo que sucederá sin que nadie lo haya solicitado. Eso le pasó a Pauchi Sasaki, la violinista peruana que ha llevado su talento a escenarios de Nueva York, Japón y Europa. Fue el 9 de mayo del 2018. Pauchi se encontraba en Berlín, en una residencia para artistas, cuando un correo entró a su bandeja digital. No reconoció el nombre de la persona que le escribía, pero se fijó que el asunto decía: “Lima 2019”. Ella hizo clic y abrió el mensaje.
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Francisco Negrín, director artístico de la empresa italiana Balich Worldwide Shows, había conseguido el correo de la artista y le escribía para proponerle que sea parte del equipo creativo que postularía al concurso para adjudicarse la realización de la ceremonia de inauguración de los Juegos Panamericanos.
Pauchi Sasaki aceptó, también por correo, y solo pudo conocer en persona a Negrín varios meses después, en Italia, cuando su empresa fue elegida para encargarse de la inauguración. Después de leer el guion que le mostró Negrín, Sasaki se emocionó tanto que casi llora. “Eso no me pasa así nomás. No soy una persona que se conmueva así, pero casi lloro y yo no soy de llorar”, explicó.
Sasaki recibió una tarea enorme y compleja para la inauguración del 26 de julio. “Hice una introducción al himno nacional. Quiero que cuando el himno se cante se sienta diferente. Busqué que sea inclusivo, expansivo, más luminoso, que sea un abrazo de bienvenida”, señala la violinista.
Durante cuatro meses, la artista escuchó el himno nacional más de diez veces todos los días. Participó en interminables horas de grabación con la orquesta Sinfonía por el Perú. “Un día nos quedamos grabando 17 horas seguidas”, recordó.
Pero todo valió la pena y Sasaki está contenta con el producto final. “Siempre me gustaron los himnos, pero los himnos más espirituales. Este resultado no es espiritual en el sentido religioso. Es un himno para unir, no para dividir”, aseguró.
COMPONER A CIEGASLo primero que reconoce Lucho Quequezana sobre su trabajo en la inauguración de los Juegos Panamericanos Lima 2019 es que nunca había compuesto tantas piezas para un solo evento. “Nunca imaginé la dimensión del trabajo. Estuve componiendo unos seis o siete meses, incluso un poco más”, recordó el músico antes de contar cómo fue el proceso creativo. “Francisco Negrín me contó la historia que quería para la inauguración y me mostró algo parecido a ‘storyboards’”. El trabajo era más complejo y un verdadero reto. “Cuando creas música para una película o una obra de teatro puedes ver las escenas, o al menos los ensayos y de acuerdo a eso compones. Pero ahora debía imaginarme los personajes y las acciones para asignarles la melodía”, indicó.
El nivel de precisión era máximo, al punto de cronometrar con exactitud la música con los actores y sus escenas. “A veces me decían: tal pieza debe durar 6 segundos, esta otra 55 segundos. Y a veces me pedían que se alargue dos segundos o reduzca 4 segundos”, explicó el compositor, orgulloso del trabajo minucioso del que ha sido parte.
“Emociona porque vivimos una etapa en la que nos hemos aceptado como mestizos con raíces milenarias, extremadamente poderosas, que nos definen, pero que nos acercan también a un mundo que puede influenciarnos sin que dejemos de ser quienes somos”, agregó Quequezana.
EL DATOEl tenor Juan Diego Flórez también fue parte de la ceremonia de inauguración. Su rol se mantuvo en extrema, y vaya que fue una sorpresa para los asistentes y espectadores: su presentación fue una de las más aclamadas de la inauguración y dejó para el recuerdo su imagen cantando 'a dúo virtual' con su admirada Chabuca Granda.