(EFE)
El español Plácido Domingo recogió una larga ovación en la Royal Opera House tras caer el telón de la dramática “Tosca”, la gran ópera de Giacomo Puccini con la que el músico debutó en Londres hace más de 40 años y que en esta ocasión dirigió desde el centro de la orquesta.
Domingo, que combina su actividad como cantante con la dirección de la Ópera de Los Ángeles, gobernó con su batuta una intensa obra que transcurre en la turbulenta Roma del año 1800, agitada por la victoria de Napoleón en la batalla de Marengo.
El tenor saltó a las tablas de Covent Garden por primera vez en 1971 caracterizado como el pintor Mario Cavaradossi, amante de la desdichada Floria Tosca, y desde entonces ha tejido la relación más estrecha de un cantante español con la Royal Opera House, uno de los teatros más exigentes de Europa.
A sus 73 años, el nombre del músico español ha estado incluido en el programa del auditorio londinense casi sin falta durante 43 temporadas consecutivas, ya sea como tenor, como barítono o director de orquesta.
Domingo, que ha ejecutado a lo largo de su carrera casi 150 papeles, se ha presentado ante el público británico como Don José (“Carmen”), Rodolfo (“La bohème”), Otello, Calaf (“Turandot”) y Simon Boccanegra, entre otros personajes, y ha dirigido además a la orquesta de la casa en representaciones como “Pagliacci” (2003) y “Die Fledermaus” (1983-1984).
Poco más de un año después de encarnar a Nabucco en ese mismo escenario, Domingo recuperó hoy una obra que estudió por primera vez en 1961 para representarla en México.
Más de medio siglo después, tiene tan interiorizada la partitura y el libreto que es capaz de cantar todos los roles durante los ensayos de la orquesta para facilitar el trabajo de los músicos.
DIRIGE DESDE SU EXPERIENCIA
“Cuando los músicos ensayan sin oír voces puede resultarles algo monótono, mientras que así se acostumbran también al fraseo”, explicó Domingo tras la primera de las cuatro funciones que dirigirá durante el mes de junio en Covent Garden.
El tenor español subraya que vive con la misma intensidad la ópera sobre las tablas que desde el centro del foso.
“Como cantante tengo una gran responsabilidad, pero es una responsabilidad individual. El director tiene que estar desde el principio hasta el final, está siempre presente y tiene que dar vida a la obra”, relató el músico.
Bajo la atenta mirada de uno los intérpretes más respetados del mundo, en esta ocasión a la batuta, la soprano estadounidense Sondra Radvanovsky cantó esta noche el papel Tosca, la desdichada que acaba saltando al vacío ante la trágica muerte de su amado Cavaradossi, a quien dio vida el italiano Riccardo Massi, debutante en la Royal Opera House.
“Los cantantes saben que si alguien está de su lado soy yo. Si alguien conoce las dificultades que puede suponer cierta romanza o dueto, ese soy yo. Estoy ahí para ellos”, subrayó tras la función el español, que alabó la “calidad excelente” de la orquesta del teatro londinense.
El peso de la responsabilidad no estropeó la actuación de los cantantes principales, que arrancaron los aplausos de la platea en los momentos cumbre de la obra.
Massi conquistó al auditorio en el primer acto con su “Recondita armonia”, la primera romanza de la ópera, en la que Cavaradossi alaba la belleza de su amada sobre la del retrato que está pintando.
Radvanovsky, por su parte, recogió sonoras ovaciones tras su aria “Vissi d'arte”, en el segundo acto, y tras el emotivo desenlace de la obra de Puccini, con libreto de Luigi Illica y Giuseppe Giacosa, la única que el compositor ubicó en Italia y que se estrenó en Roma con gran éxito en 1900.
Tras su labor como director de orquesta en “Tosca”, que volverá a ejecutar los días 19, 21 y 26 de este mes, Domingo continuará su apretada agenda como cantante en Chile, el 7 de julio, y en Río de Janeiro, el 11 de julio.
El español, que ha superado la embolia pulmonar por la que fue hospitalizado hace un año, ha mantenido durante los últimos meses un exigente calendario que le ha llevado a interpretar Nabucco en Viena, en mayo, a Boccanegra en Valencia (España), en marzo, y al Neptuno de “La isla encantada” en Nueva York (EE.UU), en febrero, entre otras actuaciones.