RAFAEL VALDIZÁN (@rvalmat)
¿Quién no quiere a Stevie Nicks? El que diga que no, pues o no la conoce o carece de sensibilidad. Enigmática y sensual (en sus mejores épocas, claro), posee además una voz que no encuentra ninguna otra que se le parezca. Una voz que encierra poesía y emociones en carne viva. Desde su ingreso a Fleetwood Mac, a mediados de los setenta, la pequeña Stevie se robó miles de corazones.
Luego de tres años desde su anterior trabajo como solista, Nicks acaba de lanzar “24 Karat Gold: Songs from the Vault”, un disco cuya materia prima es de distinta data; canciones que han macerado a lo largo del tiempo, pues son obras que la cantautora ha escrito básicamente entre 1969 y 1987 (aunque hay material que corresponde a 1994 y 1995). En ese aspecto, uno logra advertir lo heterogéneo que es el álbum, en cuanto a estilo. Sin embargo, basta la voz de Stevie para que exista un hilo conductor que conecte las diversidades.
“24 Karat Gold: Songs from the Vault” es básicamente un álbum pop. Pero entre líneas hay cosas que pueden sonar cercanas al blues; otras son simplemente baladas y también hay rock y folk. Pero todas cuentan su vida. “Los temas son una historia de amor y representan mi vida, los secretos y los corazones rotos”, ha dicho la gitana.
En algunos pasajes, el nuevo disco de Stevie Nicks admite inevitables reminiscencias a su trabajo dentro de Fleetwood Mac. Tal es el caso, por ejemplo, del tema “24 Karat Gold”, que muy bien ha podido ser parte de la discografía de la banda. Escúchelo y se dará cuenta.
“24 Karat Gold”
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Pero el álbum va mucho más allá. Es como un recorrido de vida en el que surgen cada uno de los detalles que uno ha conocido de Nicks a lo largo de más de tres décadas. En ese sentido es un álbum íntimo, entrañable, es una ofrenda desde el interior, desde el espíritu; muy valiosa, por cierto. Incluso llega a ser confesional: un tema como “Lady” cuenta lo vivido en 1971, cuando llevaba una relación con Lindsey Buckingham y se mudaron a Los Ángeles, sin dinero y con la mirada puesta en la música, para darse cuenta de que el amor entre ellos entraba en crisis. Dice Nicks que fue su primera canción al piano y que su melodía la ha rondado todos estos años.
“Lady”
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Es sabido que la vida de Stevie Nicks ha estado teñida de sombras; que entró en un callejón oscuro y que el consumo de cocaína llegó a extremos no deseados (los médicos le advirtieron que corría el riesgo de hemorragia cerebral si seguía a ese ritmo). Tampoco sirve ocultar que mantuvo complicadas relaciones amorosas con muchos tipos relacionados a la música, como el mencionado Lindsey Buckingham, Don Henley (de los Eagles) y Tom Petty (con quien grabó el tema “Stop Draggin' My Heart Around”), entre otros. Y este nuevo disco, sin entrar en detalles, cubre también esas nubes negras que se posaron sobre ella.
“The Dealer”
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Solo queda decir que “24 Karat Gold: Songs from the Vault” está repleto de canciones profundas y que merecen escucharse con atención. Termina siendo uno de los discos más inspirados del año y, sin duda, uno de los mejores trabajos de Stevie Nicks en mucho tiempo. Incluye temas muy recomendables como “Carousel” (escrito y grabado previamente por Vanessa Carlton), “Hard Advice”, “Twisted” y “Mabel Normand”, entre muchos más.
“Mabel Normand”
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