De un tiempo a esta parte, Lima ha albergado los conciertos de algunas de las figuras más importantes de la escena indie mexicana. Ya estuvieron por aquí Carla Morrison, Natalia Lafourcade, Caloncho y, este 9 de marzo, será el turno de Ximena Sariñana, una cantante a la que muchos asocian todavía con su trabajo televisivo (fue la malvada Mariela en “Luz Clarita”), pero que ha desarrollado una importante carrera musical tanto en América Latina como en Estados Unidos. Ella misma nos cuenta su historia en esta entrevista.
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Tus primeras canciones las escuchamos en las bandas sonoras de las películas de tu papá. ¿Participar fue una iniciativa tuya?Sucede que, cuando estaban haciendo el soundtrack de “Amarte Duele”, yo estaba estudiando música y me vi involucrada en la parte de, digamos, supervisión musical. Esto se dio de una manera muy informal. Mi papá me decía: “Oye, a ti que te gusta mucho la música y que estás estudiando, ¿por qué no me enseñas un par de bandas? Quiero que el soundtrack esté lleno de música joven, música nueva de México, con gente que esté haciendo cosas interesantes”. En esa época yo estaba en la escuela de música con Natalia (Lafourcade). Ella estaba grabando su primer disco y recordé que tenía música increíble. Le pedí una copia diciéndole lo que quería mi papá. También le mostré música de Zoé, de Kinky, cosas así. Esa fue inicialmente mi función, pero quizás luego, al darse cuenta de que conseguir las licencias para todo iba a ser imposible, mi papá y el compositor del score, me dijeron que necesitaban música para tres escenas y que creían que yo podía escribir las melodías y las letras. No sabía cómo iban a quedar, pero al final salieron bien y entraron a la película. No fue nada planeado.
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Ximena Sariñana también fue parte del elenco de “Amarte Duele”, filme que se estrenó en 2002. (Fuente: Giphy)
¿Fue por esa época que se gestó Feliz No Cumpleaños, tu ex banda?Se dio un poquito después y gracias a mis estudios de música. Cuando me metí a estudiar, me tocó una generación muy bonita en esa escuela (la Academia Fermatta). Estaban Natalia Lafourcade, Juan Manuel Torreblanca y muchísimos grandes músicos estudiando al mismo tiempo que yo. Allí fue donde conocí a los miembros de Feliz No Cumpleaños. Nos juntamos para inscribirnos en el festival de la escuela, pero nos gustó componer juntos y seguimos tocando.
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Con Feliz No Cumpleaños, Ximena Sariñana grabó el EP “La familia feliz”. (Fuente: Giphy)
Las canciones de ese grupo tenían una onda mucho más festiva. ¿Eso se debía quizás a que, en ese momento, tu acercamiento a la música era por una cuestión menos pensada y más emotiva?Fue un poco lo contrario. Era una banda de escuela de música. Nos interesaba la fusión de los estilos que nos estaban enseñando, obviamente para hacer música mucho más rítmica y, como dices, como más festiva. Pero, además, yo tenía 17 años cuando escribía las letras de estas canciones. Era mucho más juguetona y me gustaba muchísimo en esa época la literatura latinoamericana. Estaba descubriendo la poesía en español, me interesaba mucho la metáfora, ser muy crítica, que la gente no necesariamente entendiera de lo que estaba hablando. Y, como formaba parte de una banda con seis integrantes hombres y y de distintas edades, en esa época me interesaba que todo fuera muy incluyente, tratar temas un poco más universales, que todos ellos se fueran a identificar con las letras, no necesariamente solo yo. Por eso casi no escribíamos canciones de amor, usábamos conceptos que íbamos escogiendo.
Y cuando sacas tu primer disco solita, “Mediocre”, haces lo opuesto.Totalmente. Fue la necesidad, como lógica, después de estar en una banda por tres años: hablar desde un punto de vista mucho más personal, para mostrarme como soy en mi primer disco. Fue una experiencia súper bonita el poder lograr eso con “Mediocre”.
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A ese disco le fue tan bien que te propusieron hacer el crossover al mercado anglosajón para el segundo álbum: te pusieron a productores de peso en el mercado pop, lanzaste un single con un video muy bien producido. Una gran campaña. ¿Llegaste a hacer alguna concesión en ese proceso?, ¿llegaste a hacer algo que no sentías que iba con tu visión como artista para conquistar un nuevo mercado?No realmente. Cuando se habló de hacer un crossover, cuando se presentó la oportunidad y había este interés de las disqueras americanas por hacer un disco en inglés, desde un principio les dije: “Si ustedes están buscando a una Shakira o algo como el crossover de Ricky Martin, pues se equivocaron, ese no es el tipo de artista que soy yo, quiero poder trabajar, como lo hice en mi primer disco, escogiendo yo a los productores, escribiendo yo todas las canciones, trabajando de la mano con los productores y quiero una propuesta más alternativa”. En ese aspecto, recibí todo el apoyo de la disquera. Me preguntaron con quiénes me gustaría trabajar y, después de probar con muchísimos productores y escribir 35 canciones con verdaderas leyendas y no tan leyendas y gente con la que me interesaba muchísimo colaborar, salió el disco. Fue una súper aventura, con presupuestos distintos y acceso a grandes productores y compositores. Fue una súper experiencia, para nada fue una concesión. Al contrario. En ese segundo disco me sentí capaz de lograr un sonido más alternativo, pero dirigido al mainstream pop que me interesaba mucho lograr en ese disco.
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Además de todo lo que significó para ti profesionalmente, imagino que esa experiencia de empezar desde cero en una industria tan grande como la de los Estados Unidos debe haber sido determinante para ti también en lo personal. ¿Cómo te afectó a nivel de carácter?Me sacudió en muchísimos aspectos. Me enseñó lo que es trabajar realmente. “Mediocre” fue un proyecto súper bonito y familiar. Tweety González y Juan Campodónico (los productores de ese disco) eran casi como dos figuras paternas para mí. Con decirte que hasta la fecha Tweety sigue siendo para mí el tío Tweety. Yo me sentía muy protegida todo el tiempo. De alguna manera, seguía siendo una niña protegida por estas figuras masculinas a mi alrededor que me ayudaban mucho en las decisiones, en la producción y demás. Parte del éxito de ese disco fue eso: todo fue como muy llevadero, muy positivo. El disco en inglés fue cortar con todo eso, cortar con muchas cosas, ser como súper independiente en muchas cosas. Las bandas y artistas que llegan a estar en donde están son muy do it yourself, tienes que empezar siempre desde abajo y las bandas están muy acostumbradas a hacerlo, a tomar las riendas de su carrera desde muy temprano. Mi experiencia no había sido nada así. Entonces tuve que aprender desde cero, aprender a hacerla a la americana. A pesar de que yo hablaba muy bien el inglés, no era lo mismo para mí poder expresar una personalidad y un punto de vista en otro idioma. Y, además, tengo un nombre que a todo el mundo le costaba trabajo pronunciar (risas). Fue una experiencia que me llenó de humildad. Aprendí muchísimo. Si no hubiera pasado por esa experiencia, un disco como “No todo lo puedes dar” hubiera sido imposible.
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“Different” fue el single promocional del disco en inglés de Ximena Sariñana. (Fuente: Giphy)
“No todo lo puedes dar” es un disco en el que te permiste, además, producirte a ti misma. ¿Cómo fue esto de retomar las riendas de tu propio sonido?Para mí fue como una necesidad después de hacer un disco con tanta gente involucrada, con tantos productores, coescritores y demás. Tenía esta necesidad de decir: “Bueno, ya hice dos discos con distintos productores, distintos sonidos, ahora quiero saber qué se siente ser el líder al 100% del proyecto”. Así me aventé a producir. No sabía si iba a estar lista para hacerlo, pero después de empezar el proceso del disco y de trabajar con Jim Eno… Él fue una inspiración para mí. Me dijo: “Oye, lo tienes mucho más claro de lo que piensas. Hasta las líneas de bajo, las guitarras y las baterías las estás escribiendo. Estas un poco dictadora, pero sabes lo que quieres, deberías intentarlo”. Fue así que me dije: “Bueno, voy a intentarlo como un experimento. Si sale, increíble, sino, pues, ya ni modo, encontaré a alguien con quien trabajar”. Al final me encantó la experiencia. Me enamoré de ser productora, me pareció divertidísimo y me encantó el resultado. Este es el primer disco en el que me siento 100% representada.
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Finalmente, hay muchos compañeros tuyos mexicanos intentando también hacer una carrera en los Estados Unidos. Veo, por ejemplo, muchas reseñas del nuevo disco de Carla Morrison en medios como Pitchfork o el New York Times. Natalia Lafourcade también. ¿Qué crees que se necesita para poder hacerla? ¿Talento, pero también suerte? Un poco de las dos cosas. Mucha suerte por un lado, porque tú puedes mandar un disco a muchos medios, pero o no te dan una buena reseña o simplemente no te reseñan. Pero, bueno, esto es así en todos lados. Lo que sucede en Estados Unidos es una cuestión también de giras, de estar allá, de talachearse, de girar. Sobre todo eso. Yo pude hacer una gira como la que hice el año pasado con “No todo lo puedes dar” por todas las giras que me aventé anteriormente en Estados Unidos. Giré muchísimo, abrí muchos shows. Le abrí (concierto) a Sia, a Sara Bareilles… le abrí, te lo juro, a media humanidad. Y estoy hablando de giras que son muy matadas, porque no es como girar aquí en México, que giras un fin de semana y luego regresas a tu casa. Es irte mes y medio con muy, muy, muy, muy poco presupuesto. Entonces hubo veces en las que la gira era yo, mi teclado y mi computadora y basta. Ni con una persona de staff ni chofer ni otros músicos. Era hacerlo todo por mí misma: manejar, llegar al lugar, bajar la mercancía, montar el stand, montar los instrumentos, hacer prueba de sonido, cantar, desmontar todo, subirlo a la camioneta, irte a vender, irte a cobrar, hacer de todo. Esa es una de las razones por las que los artistas de México o los artistas latinoamericanos en general se la piensan un poco antes de intentar el crossover: todo esto requiere un esfuerzo económico, físico y emocional.
EL DATOXimena Sariñana se presentará en Lima el próximo 9 de marzo en el teatro Pirandello. Las entradas se encuentran a la venta en los módulos de Tu Entrada. El concierto contará con la peruana Gala Briê (ex Las Amigas de Nadie) como telonera.
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