Madrid (EFE)
El primer guitarreo punk que Marky Ramone recordaba haber escuchado nunca cimbró diez años antes de la fundación de Ramones, exactamente en 1964, con “You really got me” de The Kinks, tema fundamental y fundacional del llamado rock duro, de cuyo lanzamiento se cumple estos días medio siglo.
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Inspirados por el “Louie Louie” de The Kingsmen, los hermanos Davis -Ray y Dave- afrontaban la tercera y última oportunidad que les daba su discográfica para conseguir un éxito, tras los infructuosos intentos previos llevados a cabo con una versión del tema de Little Richard “Long tall Sally” y con “You still want me”. Hacía muy poco que habían abandonado su anterior alias artístico, The Ravens, y en ese clima de tensión surgió una canción mucho más ruidosa que las anteriores, inspirada por el encuentro de Ray Davies con una seguidora y que fue número 1 en Reino Unido y alcanzó el “Top 10” en EE.UU. como parte de la llamada “Invasión británica”. Se trataba de “You really got me”, bien conocida por dos poderosos acordes de guitarra, por el uso de la distorsión en el amplificador y por una forma más rabiosa de interpretar la parte vocal, que le han valido ser considerada como el más claro antecedente del heavy metal y el hard rock. El primer gran éxito de The Kinks entró a formar parte del Salón de la Fama de los Grammy hace 25 años y está considerada la cuarta mejor canción de guitarra de la historia por la revista Rolling Stone. Sin embargo, nació al piano, pensada para tener una factura mucho más jazzística en torno a una línea de saxofón que terminaría asumiendo la guitarra principal. Esta, por cierto, no la tocaba Jimmy Page, como ha quedado registrado en algunas persistentes leyendas urbanas, aunque el ex líder de Led Zeppelin -que lo ha negado públicamente en varias ocasiones- sí trabajó con el grupo como músico de sesión. Hay constancia al menos de tres versiones de “You really got me”, incluida una más lenta, más blues. Tras su escucha, Ray Davies decidió que el tema tenía que sonar “más rápido”. Con todo, la de The Kinks no es la única interpretación famosa de esta canción, ya que Van Halen la versionó en 1978 y la incluyó en su álbum de debut. Es una muestra más de la enorme influencia que los hermanos de Muswell Hill tuvieron en la música posterior. “La toqué, la toqué y la toqué, no podía parar de tocarla”, recordaba Ozzy Osbourne, vocalista de Black Sabbath, al ser preguntado en una entrevista por su trascendencia. “I can’t explain” de The Who nació inspirada por “You really got me” y son muchos otros los grupos que la reconocen como una influencia básica. En ese grupo se dan cita varias generaciones y estilos, como los heavies de Deep Purple y Metallica o roqueros como Bruce Springsteen. También abanderados del “brit pop” como Pulp, Blur y Oasis están entre sus acólitos, igual que The Kooks, Wilco y Spoon. A partir de aquel primer triunfo, The Kinks vivieron un primer pico de popularidad entre 1965 y 1967, con nueve éxitos en el “Top 10” británico y siete en EE.UU. Podrían haber sido más, pero en 1965, al final de su tour estadounidense y por razones no del todo esclarecidas, al grupo se le prohibió la entrada durante cuatro años en suelo americano, cortándoles la proyección comercial y musical de la que gozaban entonces los grupos de la llamada “invasión británica” (The Beatles, The Who, The Animals...). Iniciaron entonces una deriva más introspectiva y radicada en la tradición musical británica, que cimentó con todo una larga trayectoria de 32 años y muy diversas alineaciones en torno a la tensa relación de los hermanos Davies, que acaban de anunciar un posible reencuentro artístico. La tirantez de entonces queda patente en un momento de “You really got me” que podrán apreciar los oídos más avezados, cuando, como reconoció el propio Ray, se escucha perfectamente a Dave responder a sus indicaciones para que inicie el solo de guitarra con un “fuck off”. Todo muy punk, en efecto.