Las polémicas raciales tensan Hollywood desde los albores del cine. En 1915, el cineasta David Wark Griffith presentó “El nacimiento de una nación”, en la que se glorifica al Ku Klux Klan y se muestra a los personajes negros como unos seres torpes encarnados por actores blancos con las caras pintadas. Pero “El nacimiento de una nación” pasó a la historia, sobre todo, porque sentó las bases narrativas del cine (la película relata varias acciones en paralelo, por ejemplo). Por supuesto, le llovieron tanto elogios como críticas a Griffith, quien después filmó “Intolerancia” (1916), centrada en cuatro dramas de injusticia, quizá para lavar su conciencia y estar en paz.
Ahora, nuevamente el tema racial es materia de discusiones, bromas, frases ingeniosas y diatribas flamígeras en las redes sociales y en Hollywood. Luego de conocerse que los 20 nominados en las categorías de actuación de los premios Óscar de este año son de tez blanca, se encendió la mecha de los reclamos (ahí está el hashtag #OscarsSoWhite). El cineasta Spike Lee, un militante de la lucha contra el racismo que recibió en noviembre del 2015 un Óscar honorífico, señaló que no asistirá a la gala de la estatuilla dorada del 28 de febrero. En lugar de pasear por la alfombra roja, el realizador prefiere ir al Madison Square Garden, ver un partido de básquet de la NBA e hinchar por sus adorados New York Knicks.
En su cuenta en Instagram, Lee agradeció a la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de Estados Unidos por el Óscar que le otorgaron, aunque también anotó: “Como yo lo veo, la batalla real no está en la ceremonia de la academia, sino en las oficinas de dirección de los estudios de Hollywood y las cadenas de televisión y cable”.
Ante el aluvión de observaciones, Cheryl Boone Isaacs, la presidenta de la academia, se pronunció mediante un comunicado: “Me gustaría reconocer el magnífico trabajo de los nominados de este año. Al mismo tiempo que celebramos sus extraordinarios logros, me siento afligida y frustrada por la falta de inclusión. Es un tema de conversación difícil pero importante, y es hora de grandes cambios. La academia está tomando medidas drásticas para modificar la composición de nuestra membresía. En los próximos días y semanas realizaremos una revisión de nuestra captación de socios con el fin de lograr la tan necesaria diversidad entre nuestros miembros del 2016 y del futuro”.
Los socios aludidos son los cerca de 6.000 miembros de la academia que deciden, mediante sus elecciones y votos, quiénes son los merecedores de la estatuilla dorada.
Más allá del debate sobre si es pertinente un reclamo de cuotas o si deben prevalecer los criterios artísticos, no se puede desconocer el historial de discusiones sobre temas raciales en Hollywood (la esclavitud y sus atrocidades siempre son una fuente de dramas y conflictos, como lo refrendó “Doce años de esclavitud”, ganadora del Óscar a Mejor Película del 2014).
En sintonía con estas pugnas, históricamente las minorías han hecho sentir su voz cuando han percibido un trato poco igualitario. Este 2016, la comunidad gay protestó porque “Carol”, sobre dos mujeres glamorosas que se enamoran en la Nueva York de los años 50, no fue nominada a Mejor Película. Y la versión latina de la influyente revista “Variety” mostró su extrañeza debido a que el puertorriqueño Benicio del Toro no alcanzó una nominación a Mejor Actor por “Sicario” – en la que interpreta a un turbio agente y experto de las tácticas de los narcos que planea una venganza –, aunque también se destacan el aura de favorito del mexicano Alejandro González Iñárritu en el rubro de Mejor Director por “El renacido” y la nominación en Mejor Película Extranjera para “El abrazo de la serpiente”, la primera producción colombiana en llegar a esta instancia.
QUEJAS E IRONÍAS
Cuando Internet no existía, había que redoblar la tenacidad o la creatividad para filtrar públicamente las observaciones punzantes. Ahí está el ejemplo de George A. Romero, el maestro del terror y un crítico de las convenciones. En “La noche de los muertos vivientes” (1968), Romero propone que el personaje más pensante y que toma las decisiones más acertadas para sortear la sangrienta avalancha zombi sea un negro.
Otras producciones toman el tema racial directamente por las astas. En el drama satírico “¿Adivina quién viene a cenar?” (1967), la hija de un matrimonio blanco y acomodado de San Francisco llega a la casa en compañía de un médico afroamericano y anuncia que se casará con él. A pesar de que sus padres se consideran liberales, ellos pronostican obsesivamente que este enlace fracasará. El filme cuenta con la participación de Sidney Poitier, quien en 1964 se convirtió en el primer actor negro en recibir un Óscar a Mejor Actor (lo obtuvo por “Los lirios del valle”).
En los tiempos actuales, el avispero de las redes sociales ha facilitado la canalización de ironías y reclamos (juzgue cada uno si estos son justificados o no), tal como lo vienen haciendo Will Smith (quien no fue nominado por “La verdad duele”) y su esposa Jada Pinkett, a quien solo le falta sugerir por Twitter que Hollywood es parte del conservador movimiento Tea Party. Al igual que Spike Lee, ellos tampoco acudirán a la ceremonia del 28 de febrero.
Pero en medio del ruido, la actriz Janet Hubert se les fue encima y lanzó este misil a Pinkett desde Facebook: “Chica, por favor, ¿por qué siempre tienes que hablar por tu marido?”. Luego se dirigió a Smith con este dardo: “Quizá tú no merecías la nominación”. Las polémicas del Óscar tienen para rato.
LOS ACTORES NEGROS QUE YA GANARONSidney Poitier (1964) Primer actor afroamericano en obtener el Óscar a Mejor Actor (en la foto) por “Los lirios del valle”.Halle Berry (2002) La única mujer de esta lista. Distinguida con el Óscar por “Monster’s Ball”.Denzel Washington (2002) Ganó por “Día de entrenamiento”.Jamie foxx (2005) Galardonado por “Ray”.Forest whitaker (2007) Premiado por “El último rey de Escocia”.