En plena polémica por la falta de diversidad en las nominaciones de los Oscar, el actor Tim Roth estrena este viernes “600 Millas”, una cinta del mexicano Gabriel Ripstein, y afirma en una entrevista con Efe que en Hollywood “debería haber una cuota de películas para minorías”.
“Hay un problema de diversidad en los Oscar, por supuesto, pero la raíz de esa situación se encuentra en la propia industria. Este debate lo tenemos todos los años. Esta vez la gente está yendo hasta el fondo de la cuestión y eso sólo va a lograr que mejoren las cosas”, reflexionó el intérprete británico de 54 años.
“Ya ha provocado que haya nuevas reglas”, recalcó el candidato al Oscar por “Rob Roy” (1995), “aunque lo verdaderamente importante es lo que sucede en las altas esferas”.
“Debe haber diversidad en las juntas directivas de los estudios y en las películas que se hacen. Debería haber una cuota de películas para afroamericanos y minorías. Debería haber discriminación positiva. Los estudios deberían estar obligados legalmente a hacer un número determinado de películas así. Sería muy útil”, declaró.
Roth, un habitual del cine de Quentin Tarantino, con quien ha rodado “Reservoir Dogs”, “Pulp Fiction”, “Four Rooms” y la reciente “The Hateful Eight”, disfruta trabajando con cineastas noveles como lo fue Tarantino en su día.
“Al leer el guión de 'Reservoir Dogs' ya supe que sería un genio. Todos en el set lo intuíamos”, reconoció.
En el caso de Ripstein, la colaboración se produjo por una serie de coincidencias. O más bien, “por error”, como le gusta a Roth explicarlo.
“Yo formaba parte del jurado del Festival de Cannes en 2012 y premiamos a Michel Franco por 'Después de Lucía'. Aproveché para pedirle trabajo y aquello se tradujo en 'Chronic'. Él producía '600 Millas' y se habían quedado sin actor, así que me lo ofreció y terminé haciéndolo, aunque pensaba que no tendría tiempo para ello”, indicó.
La cinta sigue la pista a un joven traficante de armas (Krystian Ferrer) en EE.UU. perseguido por un agente (Roth) del Buró de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), quien tras cometer un error cae secuestrado por el sospechoso en su recorrido hacia México.
“Me gustó mucho el sosiego, la tranquilidad y la limpieza narrativa de la historia”, valoró Roth, que estuvo rodeado por un elenco eminentemente mexicano. “Mi español es terrible. Realmente espantoso. Necesita mejorar”, comentó entre risas.
El filme se abre con una escena que pone los pelos de punta. Un joven entra en varias tiendas de armas y va seleccionando los rifles de asalto que posteriormente pretende transportar a México.
“No es una escena habitual en una película. De hecho, yo no lo había visto ni siquiera en la vida real. Entré en una feria de armas antes de rodar y me quedé perplejo. La facilidad con la que se puede comprar armas es algo extraordinario. Me sorprendió. Es un negocio enorme”, explicó el actor.
Tim Roth considera que la conversación sobre el control de armas en EE.UU. lleva vigente desde hace años y seguirá así porque “no hay un intento real” por cambiar la situación.
“Hay demasiado dinero involucrado. Cada vez que hay un tiroteo masivo, la venta de armas se incrementa. Sucesos como los de San Bernardino hacen que la gente a la que la Asociación Nacional del Rifle (NRA) representa cada vez haga más dinero”, sostuvo en referencia al tiroteo que en diciembre pasado dejó 14 muertos en esa localidad californiana.
Roth, que no para de trabajar en los últimos años, aportó su sabiduría a un rodaje donde el director debutaba tras las cámaras y el protagonista de la historia era un joven sin apenas experiencia.
“Algunos de los peores directores con los que he trabajado han hecho varias películas”, confesó.
“Al final, es cuestión de su habilidad para contar la historia, y Gabriel la tiene. Lo mejor fue el día que vino su padre (Arturo Ripstein) al set. Yo sabía perfectamente de quién se trataba. Era un día complicado, con tiroteos y actores nuevos. Gabriel sudaba todo el rato. Quería hacerlo bien delante él”, explicó.
En cambio, a Ferrer, su compañero de reparto, no lo conocía de nada.
“Me ponía nervioso no saber si lo haría bien, porque es el protagonista. Pero vi rápidamente que llevaba el peso de la historia con delicadeza y sutilidad. Fue una elección inspirada”, argumentó Roth, que cuenta con casi 100 películas, cortometrajes y series de televisión en su carrera.
Nada mal para alguien que no recibió educación formal como actor.
“Lo empecé a hacer como pasatiempo. A la gente le gustaba y yo lo disfrutaba. Era mejor que trabajar para ganarme la vida. La interpretación me lo ha dado todo. Cuando haces algo que amas, es increíblemente gratificante”, finalizó.
(Fuente: Efe)