RUDY JORDÁN ESPEJO
…Sabía que no quería que fuera el ‘ruflón’, sino una mujer sensible, delicada, que disfruta de su carrera, que no es obligada a elegirla pero que en un momento de la vida se da cuenta que ya no va más, que ya no es lo que quiere hacer. Sin embargo no sabe cómo desligarse de eso…
Este es el personaje protagónico que la dramaturga Patricia Romero Figueroa –hija de los experimentados actores Hernán Romero y Martha Figueroa– imaginaba para “Katrina Kunetsova y el Clítoris Gigante”, su primera obra como directora. Patricia demuestra afinado ojo pues Kareen Spano reúne los requerimientos exactos, las cualidades actorales precisas para dar vida a esta mujer que –en código de diario y con notables monólogos– cuenta su dolorosa búsqueda de amor.
Ambientada en Praga, la capital de República Checa –una de las ciudades con mayor desarrollo en la industria pornográfica– la protagonista es una pornstar que tropieza una y otra vez con convenidos actores porno –Sergio Paris (Costa), Luis Baca (Iván), Gianni Chichisola (Jacobo El todoterreno)– ávidos de su cuerpo, su dinero y su fama.
La puesta en escena es simple y no se modifica desde el principio hasta el final: una habitación con un espejo, una sala con un piano y el consultorio del doctor Svoboga (Hernán Romero), que intenta curar a Katrina de una infección vaginal. Como elemento expresivo es oportuna la colección de cromáticos y variados calzones que, colocados a ambos lados del escenario, le recuerdan a Katrina su oficio de actriz porno como un incómodo pasado del que ella busca desligarse.
Si bien, a primera vista, resulta morbosamente atractiva la vida de una pornstar –más aún si tiene un clítoris gigante, como sugiere el título de la obra– la apuesta de Romero no solo es interesante y atrevida por traer la pornografía como tópico a una sociedad generalmente pacata, sino, sobre todo, por mostrar el lado desconocido y decadente de la industria pornográfica, y reflexionar con naturalidad y poesía sobre el amor propio y la soledad en las relaciones de pareja en esta época donde, como dice la directora, “todo es una invitación al consumo y al sexo y donde la pornografía es como el disfraz del amor”.
“Katrina Kunetsova y el Clítoris Gigante” va jueves a lunes a las 8 p.m. en el Teatro de la Alianza Francesa de Miraflores. La obra estará en cartelera hasta el 17 de noviembre.