Bienvenidos a Washington Heights, un vecindario de Manhattan al que difícilmente se acercan los turistas. Está ubicado al norte de la isla, pasando Harlem exactamente a partir de la calle 155. Aunque muchos no lo saben, tiene un pasado histórico. Al poseer el terreno de mayor altura de la zona, se construyó allí el Fuerte Washington, que fue clave en la guerra de independencia. A este patriótico escenario le debe el barrio su nombre.
Pero Washington Heights tuvo un desarrollo diferente a otros vecindarios más afortunados de Nueva York. El imparable crecimiento de la ciudad y las multitudes de inmigrantes que llegaron incesantemente durante casi 200 años la transformaron. Y la zona al norte de la isla comenzó a ser poblada principalmente por centroamericanos. Allí crecieron, se desarrollaron y formaron su propia cultura. Barrio pobre, discriminado y olvidado que, finalmente, artistas como Lin-Manuel Miranda han dado a conocer al mundo. Lo han hecho enfatizando justamente en una identidad que nadie quería ver o reconocer. Por eso, en los últimos años, el musical “In the Heights” ha sido la pieza más visible de este movimiento artístico.
“In the Heights” se estrenó en el teatro Richard Rodgers de Nueva York el 9 de marzo del 2008. Desde entonces Broadway se rindió ante una obra con ritmos diferentes que incorporaba hip hop y rap, así como salsa y merengue. Su principal artífice y creador, Lin-Manuel Miranda, no solo era autor de la música y las canciones, sino también el protagonista de la puesta en escena. Nacía así un fenómeno teatral, de aquellos que solamente aparecen de tiempo en tiempo.
La obra centra la acción en un vecindario de Washington Heights. Una bodega, una peluquería y las oficinas de una compañía de taxis son el eje comercial y social del escenario, siempre dominado por la plataforma elevada del tren. Un tren que siempre está presente porque es la posibilidad de entrar o salir del gueto. Y sus personajes, encabezados por el inquieto Usnavi, cuentan sus historias con absoluta honestidad a una platea que pronto cae rendida ante ellos. La obra obtuvo 14 nominaciones del premio Tony y ganó cinco, entre ellos Mejor Musical y Mejor Partitura Musical. También recibió el codiciado premio Pulitzer a la Mejor Obra de Teatro, una distinción que pocos musicales han conseguido. Finalmente, tras cuatros años en cartelera, “In the Heights” bajó el telón en Nueva York en el 2011. Pero ese fue el comienzo de su historia. A partir de entonces la carrera de Miranda creció con una fuerza inesperada. Él hoy es la mayor atracción de Broadway gracias a una nueva creación suya, “Hamilton”. En cuanto a “In the Heights”, ha llegado el momento de verla en Lima.
DE NUEVA YORK A LIMA“In the Heights” llega a nuestros escenarios con el título de “En el barrio”. Es una producción a cargo de Los Productores que reúne un amplio elenco, así como un cuerpo de baile, músicos y, por supuesto, un soporte técnico mayor al de cualquier otra obra. Todo bajo la batuta de Bruno Ascenzo, a quien le toca ensamblar las diferentes partes que componen un musical de estas dimensiones. Este es su debut como director de teatro.
EN VIDEO: Bruno Ascenzo, director de “En el barrio”, nos habla de su trabajo en este montaje. (Fuente: El Comercio)
-
“Conocí esta obra durante mi primer viaje a Nueva York”, cuenta Bruno. “Fue Juan Carlos Fisher quien me la recomendó. No sabía qué estaba a punto de ver, pero la verdad es que esta obra me cambió la vida. Me compré el disco y lo he escuchado desde ese día hasta anoche. Así que siempre he estado en contacto con la música, la historia y los personajes. Decidimos hacerla porque desde hace un tiempo quería dirigir teatro. Así que a la hora de buscar el material nos dimos cuenta de que este era el ideal. Por supuesto, nos plateamos todas las complicaciones que requiere una obra de esta dimensión. Cómo hacer para que se sienta vivo el tema de un gueto de Nueva York en un país con sus propios problemas sociales”.
“En el barrio” plantea problemas concretos como el de la vida del inmigrante, su relación con el medio y sus aspiraciones en una sociedad que lo rechaza. Hay personajes en la obra cuyo único sueño es dejar justamente ese barrio. “Después de leer la obra un par de meses entendí que sí tenía elementos para que nuestro público se identificara con las vivencias de sus personajes”, señala el director. “Todos tenemos un amigo o un pariente que tuvo que ir a vivir a un país con costumbres diferentes a las nuestras. La obra trata sobre la sobrevivencia y la lucha diaria de las personas que tienen que vivir lejos de su lugar de origen. Hemos trabajado a los personajes sobre la base de la problemática de encajar en un lugar donde originalmente no deberías estar”.
Como toda obra con tantos personajes y una especial exigencia en las cualidades musicales de los intérpretes, Bruno y su equipo de producción llamaron a un cásting amplio para poder completar el elenco. “Teníamos actores en la cabeza desde el primer momento, como Gisela Ponce de León. Pero no todo estaba resuelto. Andrés Salas, por ejemplo, es nuestro protagonista. Pero hace unos años habría sido impensable por su edad. Es muy joven. Recién ahora resulta adecuado para Usnavi. Al final hemos conseguido un elenco muy sólido. Tenemos gente con mucha experiencia y los más jóvenes se han subido al carro con mucho entusiasmo”.
Bruno explica también que las principales dificultades han sido, por un lado, ensamblar los elementos de una producción tan ambiciosa, y del otro, conseguir la adaptación ideal del libreto. “La traducción del texto no ha sido fácil. Sobre todo el de las canciones. En el original se utiliza mucha jerga y referencias locales. Y nada de eso podría funcionar aquí. De manera que nos ha costado mucho lograr lo que queríamos. Por ejemplo, teníamos la historia de Benny, que no habla español en la obra original. Un detalle que no se puede trabajar aquí de la misma manera que en Broadway. Así que nos hemos enfocado en su historia pero a través del tema de la diferencia de clase entre él y Nina”.
DIRIGIDA POR BRUNO ASCENZONo es la primera vez que Bruno hace un debut frente a un proyecto de grandes dimensiones. En el cine lo hizo con “A los 40” (2014), que reunió en su reparto a figuras populares de nuestro medio y se convirtió en un éxito de taquilla. Ahora es su turno en el teatro. “Estoy cargado de nervios porque es una empresa más grande de lo que imaginaba”, señala sin ocultar sus sentimientos. “Pero es emocionante y me motiva a seguir chambeando. Y a meterle toda la fuerza posible. Claro que me siento respaldado por todo el equipo de producción, pero igual estoy muy nervioso y con muchas ganas de estrenar”.
Aunque el estreno está fijado para este miércoles 20 de enero, eso no significa que estos sentimientos terminen. La obra debe seguir su curso, encontrar su ritmo y mantener el nivel hasta que baje el telón. Para ello necesita el constante trabajo de Bruno y él lo sabe: “Guiar a tanta gente durante un proceso de gestación es a veces atemorizante. Pero como diría la abuela Claudia en la obra, ‘con paciencia y fe lo vamos a conseguir’”.
A TENER EN CUENTA“En el barrio”, de Lin-Manuel Miranda y Quiara Alegría Hudes.Elenco: Andrés Salas, Gisela Ponce de León, Anahí de Cárdenas, Ebelin Ortiz. Dirección musical: Julio Hernández.Dirección vocal: Andrea de Martins.Coreografías: Michael Grijalva, Mia Noel (D1).Dirección de Arte: Mario Frías.Iluminación: Mario Ráez.Producción: Natalia Urrutia (Los Productores).Lugar: Teatro Pirandello (Av. Petit Thouars cuadra 10, Santa Beatriz).
La temporada culmina el 22 de febrero.