Seguir a @Luces_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
Una camilla de acero y una losa de cemento componen los elementos en escena. En la camilla está tendida María Josefa Flórez Galindo, de 14 años. Murió junto a sus padres, dos militantes senderistas, al irrumpir una patrulla del ejército en su casa. Orificio en el tórax causado por disparo de corta distancia es el reporte del forense.
Un técnico forense y un auxiliar cosen el cuerpo de la occisa. Pronto, un capitán y su tropa darán cuenta de ese cuerpo como si fuera una muñeca de carne. “A los padres los tiraron a una fosa y a esta la quieren para el festejo. [...] Es su desquite y su recompensa”, le explica el técnico al consternado asistente primerizo. Para él, la escena resulta tan sórdida y absurda que incluso puede ser posible que la muchacha abra los ojos y le confiese sus temores, el miedo que sentía a sus padres y el amor que profesaba por sus abuelos, quienes iban a celebrar con ella su fiesta de 15 años. Allá afuera, la tropa espera su premio.
Esta es la historia de “La cautiva”, obra escrita por Luis Alberto León y dirigida por Chela de Ferrari que vuelve a hacer noticia por razones absolutamente extra teatrales. En efecto, como informó el domingo pasado el programa periodístico “Panorama”, la Dirección contra el Terrorismo (Dircote) de la Policía Nacional del Perú y la Procuraduría Antiterrorismo del Ministerio de Interior investigande oficio a los productores, directores y actores de esta obra, presentada de octubre a diciembre del año pasado en el teatro La Plaza, por presunto delito de apología del terrorismo.
Ayer el ministro del Interior, Daniel Urresti, mostrando insospechadas dotes de crítico teatral, se refirió así a la obra de León: “‘La cautiva’ es una obra bastante escabrosa y eso no le quita ningún arte [...]. Es una ficción media macabra y bastante oscura. En fin, es una obra de arte”, señaló en un acto público en el distrito de La Victoria.
Con su característico estilo, el ministro señaló que no está en su sector acusar ni juzgar la obra, sino al Ministerio Público y el Poder Judicial. “Ni el Ministerio del Interior ni la policía opinan si [la obra] es buena o es mala o si es apología o si es truculenta. Hasta cierto punto, nuestra investigación se hace de manera indiferente y sin prejuicios. Será el fiscal quien considere si es apología o no”. Consultado por El Comercio, el abogado Samuel Abad, especialista en derecho constitucional y derechos humanos, señala que esta investigación policial es increíble. “Es un claro exceso del Ministerio del Interior”, afirma.
“Una obra de teatro es una manifestación de la libertad de expresión y, en consecuencia, no puede haber ningún tipo de censura previa. El Ministerio Público deberá evaluar si hay una situación delictiva vinculada a la apología del terrorismo. Pero realmente no veo una actividad de esta naturaleza. La investigación tendría finalmente que ser archivada”, afirma el especialista.
“Uno puede estar de acuerdo o en desacuerdo con una obra teatral, pero considerarla un delito es una exageración. El país tiene prioridades mucho más serias como para que la Dircote se dedique a investigar obras de teatro”, añade Abad.
DEFENSA INMEDIATAInstantes después del reportaje de “Panorama”, múltiples testimonios en las redes sociales apoyaron a la producción teatral, denunciando tanto la intención censora del oficialismo como el amarillismo del reportaje televisivo. “Si la intención fue asustar para que los artistas no volvamos a escribir sobre nuestra propia historia, cuestionándolo todo, eso no lo deberían conseguir. Y si lo consiguen, es que no merecemos en absoluto llamarnos creadores de nada”, denunció el dramaturgo Eduardo Adrianzén.
Por la tarde de ayer, el Ministerio de Cultura salió a respaldar a los productores de “La cautiva” a través de un comunicado de la oficina de Comunicación e Imagen Institucional. “A través de una representación ficcional, inspirada en un hecho que forma parte de nuestra historia reciente [‘La cautiva’) promueve un encuentro de reflexión entre artistas y espectadores, con el fin de estimular la formación de una ciudadanía cada vez más participativa y democrática”, señala.
“El Ministerio de Cultura comprende y reconoce que toda obra de arte puede estar inspirada tanto en hechos reales como en sucesos que parten de la imaginación del creador y, en ambos casos, la obra forma parte del universo de la ficción”, acotó la institución.
FUERA DE CONTEXTOEn la investigación propalada por “Panorama” se señala que “La cautiva” lanza frases y arengas vinculadas a la “guerra popular” o el “triunfo del pueblo”. Sin embargo, estas fueron sacadas de contexto, dentro de un monólogo de la protagonista, en las que critica duramente el papel de Sendero.