Daniela Camaiora conversó con “El Comercio” sobre su participación en “Avenida Larco, el musical”, obra que va de miércoles a domingo en el teatro Marsano de Miraflores. En la puesta en escena, la actriz de 27 años interpreta a Lola, pareja del protagonista, Andrés (Juan Carlos Rey de Castro).
Por más de dos horas, los asistentes a “Avenida Larco, el musical” disfrutarán con las canciones más emblemáticas de los ochenta y noventa. Todo ambientado en una época compleja para nuestro país: la del terrorismo.
Daniela, recordada también por su paso por las series “Al fondo hay sitio” y “Vacaciones en Grecia”, demuestra su talento en un papel que le exige, además de actuar, cantar. Son estas acciones las que más disfruta sobre las tablas.
-¿Cuál es el estereotipo que sigue tu personaje en la obra?
Bueno, en “Avenida Larco” soy Lola. Es una chica que no encaja en el grupo. Quiere ir a discotecas, entrar a determinados locales. A ella sí le parece una buena idea entrar a la universidad, a pesar de que en ese momento la gente creía que no había futuro y todo estaba perdido. A ella sí le parecen importantes estas cosas. Es una chica que va más con lo que le han enseñado, mientras que el grupo no. Además, su enamorado, Andrés (Juan Carlos Rey de Castro), quiere tener un grupo de música. A él le gusta ‘larquear’ en plena avenida (Larco) y mi personaje no va con eso. Lola no encaja con sus amigos.
-Para la época en que transcurre la historia, tú eras muy pequeña, casi una niña.
Así es. En teoría la obra transcurre en 1991 y yo entonces tenía tres años.
-Entonces has tenido que indagar mucho para el papel…
Sí, (los del elenco) hemos preguntado mucho. Giovanni Ciccia nos ha contado un montón de cosas. Conversé con mis padres, mis tíos, con mucha gente, hasta con dos taxistas. Preguntas sobre su visión de la época y lo que pensaban al respecto. Porque una cosa es la historia de los libros y otra la individualidad de cada persona. Qué pasaba por sus cabezas, el miedo de que cualquier persona en el parque podía ser terrorista o de que cualquier carro abandonado era un ‘cochebomba’. Es algo interesante para comprender la situación.
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[Foto: Daniela (Lola) junto a Juan Carlos (Andrés) en la obra]
-Fuiste parte de “Hairspray” en el Peruano Japonés, ¿cuál crees que es el nuevo reto que asumes en este musical en el Marsano?
Aquí bailo menos, felizmente. No soy bailarina. Aquí tengo un personaje mucho más desarrollado, tengo una canción sola.
-¿Te gusta mucho el canto? Te toca interpretar un tema muy lindo de Pedro Suárez Vertiz.
Sí, siempre me ha gustado cantar. Y como soy actriz, los musicales son la combinación perfecta para mí. Que me llamen para trabajar en ellos es lo mejor que me puede pasar.
-¿Recuerdas algún musical que te haya marcado como público?
“El fantasma de la ópera”, que lo vi en Argentina. Y aquí en Perú creo que “Casi normal”. En verdad, siempre busco musicales de Broadway para ver, ya sea en YouTube u otros formatos. Me encantan.
-¿Cómo te formaste en la actuación?
Mientras estudiaba mi carrera en la Universidad de Lima, a la par seguí el taller de actuación de Leonardo Torres Vilar. Estuve ahí cuatro años. Formamos un gran grupo. Y terminando la universidad me metí al taller de Roberto Ángeles.
-¿Qué colegas te han ayudado a crecer como actriz?
Norka Ramírez, con quien trabajé en la serie “Vacaciones en Grecia”. Éramos muy cercanas pues teníamos bastantes escenas juntas. Había cosas que yo no sabía, porque fue mi primer protagónico. Ella me ayudó mucho. Leonardo Torres Vilar también me apoyó.
-¿Qué me puedes decir de Giovanni Ciccia como director de teatro?
Bravazo. Él tenía la obra en su cabeza desde que comenzamos. Al principio nos parecía imposible hacer varias cosas. Sin embargo, él tenía todo previsto. Tenía en claro los personajes y, además, cuenta con una visión muy cercana. Él soñaba con ser músico en la época (que transcurre la obra) y entonces estaba muy comprometido con el tema.
-“Avenida Larco” no tiene un elenco pequeño. Hay un grupo de baile inclusive, muy talentoso.
Sí, somos 12 actores y trece bailarines.
-A tus 27 años has trabajado en teatro, y en televisión pasaste por “Al fondo hay sitio”, la serie más exitosa de los últimos años en la televisión peruana. ¿Cuál es tu próximo reto?
Voy a conducir un programa pero no puedo hablar mucho del tema aún. Me gustaría hacer más teatro. Felizmente en mi carrera hice bastante televisión y he aprendido mucho. “Avenida Larco” me ha fascinado y quiero hacer más cosas así.
-¿Te preocupa el ‘éxito’ que pueda tener las obras en que participas? ¿Eres de revisar la sala para ver si está llena antes del inicio de la función?
En “Avenida Larco” nos está yendo bien desde el principio, entonces no es mucha la preocupación. Pero sí me ha pasado en otras obras que digo ‘¿cuántos habrán venido ah?’ Siempre es importante eso. Nutre (más) el alma hacer una obra para un público grande que para uno chico. Sin embargo, así haya dos personas, tú como profesional tienes que hacer la misma chamba y darle al público todo como corresponde.
-Uno de los temas de la obra es la época del terrorismo. ¿Te parece que esta puesta en escena puede ayudar a que los jóvenes conozcan lo que ocurrió hace algunos años en Perú?
Claro que sí. Está mal que ahora le preguntes a los chicos quién es Abimael Guzmán y no lo sepan. O les muestres una foto y no sepan quién es. Creo que este tipo de obras ayuda a refrescar la memoria o (a que) le pidas a tus padres te cuenten tal cosa, para que no se repita. Fue una época horrible y ese miedo que generó el terrorismo no puede regresar. Creo que se debería concientizar a los chicos de que fue una época horrible que no debe volver.
-¿A qué público está dirigida la obra?
La música de los ochenta y los noventa va dirigida a un público que hoy tiene entre 30 y 50 años. Creo que la mayoría del público son ellos, gente que fue joven en la época que transcurre la obra.