Hasta la llegada de Isadora Duncan (1877-1927) a la danza, hubo una verdad ineludible para el baile: el talento no era suficiente. Para dedicarse al ballet (lo que no incluía destacar en él) era necesario, por sobre todo, tener un cuerpo adecuado. El canon físico era muy específico y no solo exigía tener una contextura alargada y delgada, sino que, por ejemplo, ciertos huesos sean capaces de separarse cierta cantidad de grados para rotar de manera adecuada, entre otras dolorosas demandas. Hay quienes afirman que todavía se mantiene esa rigurosidad en las academias y compañías de danza, y posiblemente mucho de ello haya servido de inspiración para filmes como “El cisne negro” (2010).
El aporte de Duncan para este arte es personificado por Billy, el protagonista de “Billy Elliot” (2000). Así como ella, en dicha cinta el muchacho quería expresarse a través de un baile que no lo encasillara y lo hiciera sentir libre. La famosa escena de la audición para el Royal Ballet podría servir de ejemplo: al compás de la música, él empieza con pasos de tap que combina con torpes giros clásicos. Cuando el cásting termina, el jurado le pregunta qué siente al bailar y él responde: “Solo sé que se siente bien. Cuando empiezo me olvido de todo y desaparezco del mundo. Siento un cambio en mi cuerpo, como si hubiera fuego y pudiese volar como un ave. Como electricidad. Eso, electricidad”.
Así como Elliot, Duncan tuvo un camino difícil. Los inicios de su carrera como bailarina, que coincidieron con los albores del siglo XX, fueron criticados: una mujer dejaba de lado el tutú y los zapatos de ballet para bailar descalza y con una túnica transparente, a usanza de la antigua Grecia, en espectáculos de escenografía minimalista. Una ruptura con todo lo establecido con lo clásico, que derivó en el descubrimiento de una danza nueva, moderna y expresionista. Aunque el final de su vida fue trágico (hace 91 años falleció ahorcada con su chalina, que se atoró en las ruedas de su carro), su escuela sigue vigente y hace posible que festivales como Danza Nueva, que el Icpna organizará desde este martes y que reúne propuestas contemporáneas, sean posibles.
EXPLORACIÓN DEL LEGADOUno de los espectáculos que serán parte del Festival Danza Nueva es “Vitruvio”. Se trata de un show a cargo de Hevia Danza (compañía que ahora celebra su aniversario 25 de fundación), que habla sobre las facetas de Leonardo da Vinci como genio y humano. Su director, Pepe Hevia, explica su montaje: “Al tratarse de danza contemporánea, sobre los momentos abstractos y narrativos, utilizamos mucho la gestualidad, es decir, abrazar y mostrar afectos con movimientos pequeños que no dependen de grandes despliegues del cuerpo característicos del ballet clásico”.
Sobre su acercamiento a la danza, Hevia comenta: “Decidí no ser bailarín clásico porque nunca me sentí cómodo en las clases de ballet. Yo era un niño pobre y tenía otro concepto del trabajo del cuerpo y su lenguaje. Además, encontré en la danza moderna un arte más humano y poseedor de una fuerza que no tenía el ballet. Sé que lo clásico es la técnica más completa y maravillosa y de aquí nació todo, incluso la ruptura de Duncan, y sé también que la danza moderna es un experimento de la danza clásica con un trabajo que no se vio antes”.
Por su lado, Cristina Velarde, quien será parte del festival con “La superficie”, un show que cuestiona las dinámicas familiares, señala que es cierto que la danza contemporánea aparece por la necesidad de romper con lo clásico. Ella afirma: “Parte de la necesidad de indagar con el movimiento, y es por eso que me acerqué a ella. Es simplista afirmar que esta danza es libre y que la clásica es rígida, cuando lo cierto es que ambas se pueden manejar de la misma forma. Las grandes compañías, por ejemplo, tienen un vocabulario establecido que indica que hay una forma correcta de moverse. Aquí en Lima, debido a que la danza no está institucionalizada, no hay riesgo de que eso pase”.
DATOEl festival iniciará el martes 5 y se desarrollará en lugares como el Icpna de Miraflores, Icpna de Lima Centro, el Gran Teatro Nacional, etc.Solo la compañía del suizo Joshua Monten se presentará fuera de Lima. Su show “Little Joy” llegará el martes 12 a Pucallpa.Más información sobre horarios y entradas en www.cultural.icpna.edu.pe