Confiesa que de chico no tenía muy claro lo que le hubiera gustado hacer en la adultez. En algún momento quiso ser psicólogo, terminó estudiando Ciencias de la Comunicación, pero la actuación lo atrajo con una fuerza estremecedora. Siguió talleres con Leonardo Torres Vilar, Roberto Ángeles y Alberto Ísola, quien logró finalmente “anclarlo” en su vocación de actor. Hablamos de Sergio Gjurinovic.
Con 30 años de edad, la premiada película “Dioses” y la exitosa serie “Al fondo hay sitio” como solo algunas líneas de su CV, este actor sigue demostrando su capacidad en diversos géneros. Ahora mismo interpretar a Hero, personaje femenino de “Mucho ruido por nada”, la adaptación de Shakespeare que Chela de Ferrari presenta de jueves a martes en el teatro La Plaza de Larcomar.
En “Mucho ruido por nada”, el personaje de Sergio Gjurinovic pasa de la felicidad a la frustración con solvencia, generando un efecto real en los espectadores, cuidadosamente colocados de tal forma que ven la obra muy de cerca durante los 140 minutos que esta dura.
-Sergio, Cuéntanos un poco sobre tu personaje en la obra “Mucho ruido por nada”…
Mi personaje se llama Hero. Es una chica inocente, ingenua, que busca que la amen y, además, cumplir con las leyes del universo machista en el que vive. De pronto aparece un soldado del pueblo, se hospeda en su casa unos días, y ella termina profundamente enamorada de él. Ambos establecen un vínculo muy bonito, hasta que sucede algo inesperado que altera el romance. Eso hace que mi personaje tome otro camino.
-¿Qué hizo que Chela de Ferrari ponga a hombres interpretando personajes de mujeres en esta adaptación que se presenta en La Plaza?
Creo que eso lo podría responder ella. En todo caso, este año se conmemoran los 400 años de la muerte de William Shakespeare y hacer un montaje de una de sus obras no solo implica convencernos de la importancia que tuvo dicho dramaturgo para nuestra existencia, sino también el establecer la ligereza con la que se tiene que vivir los vínculos de amor, independientemente del género. Creo que esta obra habla sobre la importancia de vivir libremente el amor y sobre lo importante que es que una comunidad acepte a esta pareja. Es una manera de cuestionarnos qué tan importante es la cobertura, el género, porque el amor trasciende a este último. Me parece que eso quiere decir Chela con el montaje y, hasta el momento, la gente se va feliz de verla.
-¿Tuviste la oportunidad de leer la historia [en el libro] o ver quizás la versión cinematográfica antes de que te toque actuarla en teatro?
Vi la película hace años pero no había leído la obra. Uno se imagina ciertas cosas pero en los ensayos van saliendo otras, y con las propuestas de tus compañeros, más la visión de la directora, hace que surjan cosas más bonitas. Y eso es lo chévere, quizás no ir tan preparado a los ensayos y realmente estar atento a lo que puede pasar en el momento.
-¿Qué fue lo más difícil al interpretar este personaje?
Siempre vi como un riesgo interpretar a una mujer, porque es un género totalmente distinto al mío. Sin embargo, me tranquilizaba que –desde un inicio—Chela no quería que nosotros cayéramos en algún cliché, que imitemos algún estereotipo o que nos dejemos llevar por nuestros prejuicios, sino que simplemente dejemos aflorar nuestra femineidad. Y eso también fue bueno porque la gente que va a ver la obra quizás le parece atractivo que los personajes tienen una dualidad bien chévere entre lo femenino y lo masculino, sin importar el género del personaje.
-Es una obra que transcurre por muchos momentos. Por ratos hay alegría, luego tristeza, cólera, frustración…
Sí. Chela ha logrado que esta esta comedia se preste para removernos un montón de emociones. Hay carcajadas, pero también emociones densas, cuestionadoras y movilizadores. Me parece que esta es una apuesta súper arriesgada, valiente, con buenos frutos y acompañada de un texto genial.
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[Sergio (Hero) junto a Rómulo Assereto (Claudio) son pareja en “Mucho ruido por nada”]
-Tienes 30 años. ¿Se puede decir que este es el papel más difícil que te ha tocado interpretar?
Sí. Pero también siempre siento que los papeles que me tocan ‘en el momento son los más difíciles’.
-Además del teatro, ¿tienes otros proyectos?
Salgo en en “Estamos en la calle” por Plus TV. Y también espero que se estrene “El regreso de Lucas”, por América Televisión.
-Actuaste en “Al fondo hay sitio”. ¿Qué te dejó tu paso por esa serie?
La gente lo recuerda porque ahora se está repitiendo la serie (a la 1 p.m. en América TV) y en estos capítulos mi personaje justo aparece. Es un ambiente de grabación súper disciplinado. La gente está entregadísima a su chamba. Y ese me parece que es el secreto para tener el éxito que han tenido. Además, son una familia. Cuando estuve ahí lo disfruté mucho.
-¿Siempre quisiste ser actor?
No. Creo que quise hacer muchas cosas. De niño nunca lo tuve claro y fantaseaba con muchas profesiones. Durante un tiempo quise ser psicólogo. Terminé la carrera de Comunicaciones en la universidad y quise ser periodista durante un tiempo. Pero creo que a los 21, cuando hice “Dioses”, confirmé que la actuación era un lugar donde quería estar. ¿Por qué? Porque me parece que el actor es un elemento importante para contar historias que pueden transformar. Creo en el poder transformador del arte. A esa edad sentí que contaba una historia con ese poder. Quizás suene ‘naif’, pero es lo que siento.
-Dicen que Josué Méndez, el director de “Dioses” explota lo mejor de cada actor que tiene a su cargo…
Sí. Fue genial trabajar con él. Era mi primera experiencia profesional tras terminar el taller con Leonardo Torres. Yo estaba súper nervioso pero Josué es súper ‘paja’. Establecimos un vínculo bastante horizontal, lo cual me dio confianza y libertad. También estaban Anahí, Maricielo y Edgar. Un gran equipo.
-Yo no me atrevería a actuar y lo primero que me imagino es lo difícil que debe ser aprenderse un guión de una obra tan compleja. ¿Es también eso lo más difícil para ti?
Sí requiere su tiempo aprenderse la letra, pero es lo que trato de aprenderme primero, porque en mi caso es el primer paso. Veo al texto como una herramienta, y es más fácil tener a estas conmigo para empezar a trabajar.
-¿Te ha tocado actuar en “Mucho ruido por nada” junto a algún actor que hayas admirado mucho?
Los admiro a todos. Actuar con Carlos Tuccio es increíble. Paul Vega, Pietro Sibille son mis actores favoritos de la vida, y ahora actuar junto a ellos es genial. Con Javier Valdez ya había trabajado antes. Es un elenco de bastante trayectoria y talento, así que sí fue algo retador al inicio.
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(Hero en uno de los momentos más duros del montaje)
-Tienes un perfil muy bajo. Nunca saliste en ‘ampays’ ni nada parecido…
Es que no soy una persona mediática, no hay cosas de las que me esté privando. No suelo pensar mucho en eso. No me siento famoso ni sufro por ser ‘mediático’. Sí tengo amigos que han pasado por esas experiencias y que son terribles, porque la sociedad te obliga a reprimirte ciertas cosas y te quita mucha libertad, lo cual es muy incómodo. Pero eso a mí no me ha pasado.
-¿Te manejas en redes sociales?
Tengo Twitter y Facebook. Hay algunas cuentas de Instagram con mi nombre pero no soy yo. Me vacila leer, retuitear, pero tampoco es que sea tan tecnológico.
-¿Cuál crees que es el gran mensaje de “Mucho ruido por nada”?
Que es importante vivir en amor y con amor. Que se necesita a una comunidad que apruebe ese amor para poder vivir libremente en pareja.
-¿Esta obra te ha cambiado un poco la forma de ver la vida?
No sé si tanto, pero quizás noche a noche hacer la obra, el haber ensayado tanto tiempo, entregándome al contenido del montaje, hace que de alguna manera me preguntes ciertas cosas y reafirme algunos conceptos sobre la vida: el amor, la libertad, la real necesidad de que una sociedad apruebe algo. Es que finalmente somos súper sociales. Sí, esas son preguntas que hoy me hago.
-Haciendo un repaso por los papeles que te ha tocado interpretar en cine, teatro y televisión. ¿Disfrutas más hacer reír en una comedia o conmover con un drama?
Qué difícil pregunta, en todo caso sé que en general me gusta más el drama. Un buen humor inteligente te cuestiona mucho, pero en general me gusta que el público se vaya con un buen remesón y que lo mueva. En ese sentido me gusta más el drama.
-Hay gente que, probablemente, nunca leyó o vio nada de Shakespeare. ¿Qué sensación se van a llevar tras ver “Mucho ruido por nada”?
Creo que la gente que no lo leyó se encontrará un remezón en la historia, pero también se van a dar cuenta de que es mucho más placentero, ligero, simpático y conmovedor de lo que pensaban. Hay muchos que relacionan a Shakespeare con algo denso y aburrido. Pero este montaje está lleno de música, bailes, diversión y chistes. Hay un Shakespeare mucho más a tu alcance.
-Finalmente, ¿eres de plantearte objetivos a largo plazo?
A veces uno sí se plantea objetivos a largo plazo, pero ahora estoy más enfocado en el presente.
SOBRE LA OBRA“Mucho ruido por nada” va hasta el 13 de diciembre“.Las entradas se venden en Teleticket de Wong y Metro