CUIDADO, ALERTA DE SPOILER. El segundo episodio de “Loki” empieza en Wisconsin de 1985 con la Variante emboscando al equipo de la Minutera C-20, a quien toma se lleva como prisionera. Cuando Mobius, B-15, el Dios del engaño y el resto llegan a la escena del crimen para resetear esa línea temporal.
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Pero en lugar de ayudar, Loki señala una pista falsa con la intención de ganar tiempo mientras el evento Nexus se acerca peligrosamente a pasar la línea roja, lo que podría ocasionar la destrucción de la línea de tiempo. Sin embargo, Mobius se da cuenta del engaño y les ordena continuar.
Ese incidente provoca que Ravonna Renslayer cuestione las decisiones de Mobius, quien le da a Loki una nueva tarea: analizar su expediente en busca de alguna pista que les permite llegar a la Variante. Poco después Laufeyson sugiere que otra versión podría esconderse en los apocalipsis para evitar ser detectado.
Ambos viajan a Pompeya, Italia, en el 79 d.C., justo antes de la erupción cataclísmica para probar la teoría de Loki. Luego, gracias a la golosina que Mobius encontró en en Francia de 1549 descubren que la Variante está en Haven Hills, Alabama, en 2050.
LA VERDADERA IDENTIDAD DE LA VARIANTE
Los Minuteros se dividen en grupos para buscar a la Variante y Loki se queda con B-15, quien no tarda en ser controlada por el villano de la tercera serie de Disney Plus y Marvel. Tras una charla y una pelea con Loki, la otra versión del Dios del engaño activa todas las cargas de reinicio que robó y crea numerosas ramificaciones de la línea temporal.
En tanto, Mobius y el resto de Minuteros encuentran a C-20, quien a pesar de estar muy alterada logra advertir que la Variante conoce cómo llegar a los Guardianes del Tiempo. La Time Variance Authority (TVA) detecta el problema y envía a sus mejores oficiales a intentar solucionar el problema, pero parece que ya es tarde.
Finalmente, la Variante, que utilizó diferentes cuerpos para hablar con Loki, muestra su verdadero rostro. Se trata de una mujer rubia de pelo corto y de mediana estatura, a quien el Dios del engaño no duda en seguir, dejando atrás a un consternado Mobius.
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