Luego del anuncio del príncipe Harry y Meghan Markle, quienes señalaron que renunciaban a la realeza del Reino Unido y se independizaban económicamente de la corona, mucho se ha especulado sobre cuáles fueron las verdaderas razones de su alejamiento. Y aunque las constantes polémicas sobre su relación con el resto de miembros de la familia real y la presión por parte de los medios de comunicación habrían sido algunas de las causas, lo cierto es que tras haber abdicado a sus funciones, de ahora en adelante vivirán en Norteamérica.
“Después de muchos meses de reflexión y discusiones interna, hemos elegido hacer una transición este año para comenzar a forjar un nuevo papel progresista dentro de esta institución. Tenemos la intención de dar un paso atrás como miembros principales de la familia real y trabajar para ser financieramente independientes, sin dejar de apoyar plenamente a su majestad [Isabel II]”, señalaron los duques de Sussex en un mensaje en su cuenta oficial de Instagram.
A pesar de que para muchas personas pertenecer a la familia real sería un sueño hecho realidad, para el hijo menor de Carlos de Inglaterra, de 35 años, y la exactriz estadounidense, de 38, la vida que se lleva en la realeza no es del todo buena. Así lo hicieron saber en algunas entrevistas en la que participaron.
PROS Y CONTRAS
En 2017, en una entrevista con ocasión de su compromiso, el príncipe Harry dijo que había intentado avisar a su entonces prometida de las desventajas de ingresar a formar parte de la familia real, publicó el portal People en español.
En un polémico documental, que realizó el canal británico ITV y que fue grabado en África semanas antes de Navidad, Meghan Markle habló de la atención que despertó en los medios de comunicación al pertenecer a la realeza británica. “Durante mucho tiempo le dije a Harry que sobrevivir no es suficiente. Esa no es la meta de estar vivo. Tienes que florecer. Tienes que sentirte bien. De verdad que yo intenté adoptar la famosa flema británica, pero creo que es profundamente dañina por dentro”.
Incluso, la duquesa de Sussex se sinceró con el periodista y estuvo a punto de echarse a llorar. La emotividad de la grabación hizo que la prensa británica la comparara con una famosa entrevista que ofreció Diana a la BBC en 1995, en la que habló por primera vez de forma abierta de su relación con Carlos.
Por su parte, el nieto menor de la reina Isabel II dijo que en su condición debía superar todo lo que le pasaba y poner la otra mejilla cuando fuera necesario, pero para él y su esposa eran cosas difíciles de sobrellevar. “Para mí hay muchas situaciones que duelen, sobre todo cuando la mayoría de esas cosas son mentira (…). Todo lo que tenemos que hacer es enfocarnos en ser auténticos, ser quienes verdaderamente somos y defender lo que creemos. No me van a hacer bullying hasta empujarme a jugar el juego que mató a mi mamá [Diana]”.
En una entrevista para CBS en 2012, también manifestó que le era difícil ser parte de la dinastía de los Windsor desde que era pequeño. “Ser un niño y tener que escuchar las conversaciones durante las cenas de compromiso era lo peor, tener que oír a esa gente tan aburrida alrededor tuyo. ¡Aburridísimo!”.
Incluso dijo que él y su hermano, el príncipe William, quería tener una vida como cualquier otra persona. “En infinidad de ocasiones, mi hermano y yo soñábamos con ser una familia normal, pero ya sabes, naces dentro de esta posición. Desde ahí teníamos que hacer lo que hiciera falta para lograr una diferencia en el mundo, entre la gente y los niños que lo necesitan”.
¿POR QUÉ DECIDIERON INDEPENDIZARSE?
En octubre de 2019, todos en el Reino Unido tuvieron la oportunidad de conocer la mentalidad de la pareja a través de un documental filmado durante una gira por África. En el audiovisual, Meghan confiesa que adaptarse a la vida real había sido “difícil” y que no estaba preparada para el nivel de escrutinio intenso de los medios al que estaba sometida.
Además, Meghan Markle admitió que no podía sobrellevarlo. “Le he dicho durante mucho tiempo a 'H', así es como lo llamo, que no es suficiente sobrevivir a algo, ese no es el punto de la vida. Tienes que superarlo”, señaló.
A su turno, el príncipe Harry describió su salud mental y la forma en que maneja las presiones de su vida como un “manejo de riesgos constante”.
De acuerdo con la BBC, tras la decisión tomada por la pareja real había “grandes porciones del trabajo de la familia real que simplemente no podía soportar”.
Por otro lado, esta decisión es el resultado de los propios intereses de la casa real en redimensionar el papel de sus miembros y centrar el foco en la primera línea (Charles de Inglaterra, el futuro rey, y su heredero, William), y de la necesidad de Harry y Meghan de tomar aire y escapar de la prensa amarilla británica.