Una conmovedora historia que te acongojará el corazón. Debido al brote de coronavirus, los aplausos de miles de personas resuenan en las calles de todo el mundo como muestra de agradecimiento y apoyo al personal médico, policial y voluntario que trabaja arduamente para frenar la propagación de la pandemia.
Hermann Schreiber, sin embargo, prefiere pararse en el balcón de su vivienda de Vigo (España) pero no para aplaudir, sino para tomar su armónica y ofrecer un recital a sus vecinos. ¿La razón? El hombre de 80 años, que sufre de alzheimer, cree que la masiva ovación es para él.
Desde el pasado 15 de marzo, el hombre acude puntual a su cita: minutos antes de las 8 p.m. (hora en la que los ciudadanos aplauden desde sus balcones a quienes luchan contra el covid-19), toma su instrumento y demuestra su talento, lo que lo hace extremadamente feliz, según señala Tamara Sayar, quien se dedica a cuidar a Hermann y a su esposa, Teresa Domínguez.
“Qué gran concierto el de hoy. Les ha encantado porque sus palmas han sido más fuertes”, le dice su cuidadora al hombre que se ha convertido en toda una sensación viral en redes sociales como Twitter y Facebook.
Hermann, nacido en Alemania, sufre de alzheimer al igual que su esposa, pero en un grado menor. Lamentablemente, ya no la recuerda a ella, tampoco su lengua materna ni el español; no obstante, no ha olvidado cómo tocar su adorado instrumento, del que se enamoró cuando tenía 5 años.
Ahora, ensaya sin cesar todos los días. “No sé si he creado un monstruo, porque ahora Hermann ensaya todo el día”, dice su cuidadora, quien afirma sentir un gran cariño por el octogenario. “Es muy simpático, muy sensible y de emoción fácil”, agrega.
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