Narita Simpson, de 30 años, se encontraba de pesca en la ensenada de Woods, en Darwin (Territorio del Norte, Australia), con un grupo de amigos, cuando un cocodrilo de agua salada de tres metros de largo cogió con sus fauces la boya de una de las trampas para cangrejos que el grupo había colocado en el agua ese mismo día.
Cuando se dieron cuenta de lo ocurrido, iniciaron una misión de recuperación.
| Abejas en Brasil trabajan en equipo para abrir una botella de gaseosa
En el vídeo que recoge el momento se puede ver al enorme cocodrilo agarrando la nasa y tratando de tirar de la cuerda que une la trampa a la embarcación, sin éxito.
“¡Oye, amigo, déjalo ya!”, se escucha decir a una de las mujeres al cocodrilo.
El reptil finalmente se sumerge en el agua cuando intentan sacar la nasa del agua con una red de gran tamaño.
Narita dijo a Caters: “Al principio, nos quedamos en shock y nos sorprendió lo listos que pueden llegar ser estos animales”.
Al final el cocodrilo se salió con la suya: “la nasa estaba bastante destartalada y tenía un pequeño agujero por donde creemos que pudo haber sacado los cangrejos”.