A solo siete minutos de iniciada la segunda parte de la final del Mundial Rusia 2018 entre Francia y Croacia, cuatro hinchas invadieron el campo de juego.
Los cuatros jóvenes estaban vestidos con pantalón negro, camisas blancas, corbatas, sacos negros y sombreros. En el hombro tenían el escudo de la policía rusa.
La seguridad del estadio de Luzhniki, en Moscú, ingresó rápidamente al campo y los detuvieron. Incluso, algunos jugadores croatas ayudaron en detener a los fanáticos.
Tras el suceso, Néstor Pitana, árbitro del partido, reinició el juego. En el momento, Francia ganaba por 2-1 a Croacia con un autogol de Mandzukic y un gol de penal de Antoine Griezmann.