Bruselas. La Unión Europea (UE) celebró hoy que se garantice la rendición de cuentas tras el fallo del tribunal internacional de Camboya, que ha condenado a cadena perpetua a los dos últimos líderes vivos del Jemer Rojo por genocidio y crímenes contra la humanidad cometidos entre 1975 y 1979.
“El veredicto emitido hoy (...) asegura la rendición de cuentas por los crímenes cometidos durante el gobierno del Jemer Rojo desde 1975 hasta 1979”, señala en un comunicado el servicio de Acción Exterior de la UE.
La diplomacia comunitaria recuerda que la UE ha sido “partidario principal” de las Cámaras Extraordinarias de las Cortes de Camboya, nombre oficial del tribunal que juzgó y sentenció al “número dos” e ideólogo de la organización comunista, Nuon Chea, de 92 años, y al antiguo jefe de Estado de ese régimen, Khieu Samphan, de 87.
La Unión Europea ha aportado 76 millones de euros “en apoyo financiero para los componentes nacionales e internacionales de la corte y para sus importantes programas de divulgación y educación”, recuerda el departamento que dirige la alta representante para la Política Exterior de la UE, Federica Mogherini.
“La UE sigue dispuesta a ayudar a Camboya a cumplir con sus obligaciones en términos de democratización, respeto de los derechos humanos y el estado de derecho, y de apoyar su desarrollo económico y sostenible”, concluye el servicio diplomático de la Unión Europea.
-El reino de terror-
Los dos últimos dirigentes vivos del reino de terror del Jemer Rojo en Camboya fueron condenados hoy a cadena perpetua por genocidio y otros crímenes contra la humanidad cometidos entre 1975 y 1979.
Es la primera vez que el tribunal reconoce el cargo de genocidio en el macrojuicio contra los jemeres rojos Nuon Chea, de 92 años, y Khieu Samphan, de 87, que ya fueron sentenciados a otra cadena perpetua en una fase anterior del proceso.
Nuon Chea, ex “número dos” e ideólogo de la organización comunista, fue declarado culpable del genocidio contra la minoría vietnamita y la musulmana cham, mientras que Khieu Samphan, antiguo jefe del Estado, solo en el primer caso.
Los jemeres rojos son los seguidores del Partido Popular Revolucionario Jemer o Partido Comunista Khmer de Camboya en cuya fundación, en 1960, participó Saloth Sar, más conocido como Pol Pot.
Pol Pot organizó en la clandestinidad el grupo guerrillero que tomó el poder el 17 de abril de 1975 tras la guerra de Vietnam, la expulsión de Estados Unidos y el derrocamiento del general Lon Nol, que dirigió una dictadura militar desde 1970.
Fundador de la República Democrática de Kampuchea en 1976, su régimen intentó aislar el país de toda influencia exterior.
Durante su mandato se ejecutó a los oponentes, se prohibió el budismo y se transformó la economía de la nueva Camboya.
La deportación de los habitantes de las ciudades al campo fue masiva y se colectivizó la agricultura. Se abolió la propiedad y el mercado, se abolió el dinero, se clausuraron escuelas, hospitales y tiendas y la muerte se convirtió en un castigo habitual.
Durante los apenas cuatro años que duró el conocido como “reinado del terror” (abril de 1975 a enero de 1979), murieron en torno a 1,7 millones de personas a causa de la hambruna, las enfermedades y las purgas ordenadas por la cúpula Jemer.
La alienante política dirigida desde el gobierno por Pol Pot y los continuos choques fronterizos concluyeron en 1979 con la invasión vietnamita.
Los jemeres rojos se replegaron a la frontera con Tailandia, donde organizaron su resistencia contra el nuevo régimen. Y aunque Vietnam se retiró de Camboya en 1989, los guerrilleros de Pol Pot siguieron causando numerosos daños a la población civil en su intento por luchar contra cualquier facción camboyana.
En mayo de 1993, gracias a los esfuerzos pacifistas iniciados por la ONU, se celebraron elecciones legislativas que los jemeres boicotearon, pese a haber firmado el tratado de paz de 1991.
Atrincherados en un 10 % del territorio camboyano, los jemeres, ya sin Pol Pot al frente del grupo guerrillero, que dimitió como comandante en Jefe en 1985, continuaron su lucha contra el nuevo gobierno camboyano.
Sin embargo, a partir de 1994, en que se iniciaron los primeros pasos hacia la pacificación de Camboya, los miembros de los distintos grupos de jemeres fueron integrándose, unos en la realidad social y política del país, y otros desertaron.
En 1995, entre 5.000 y 10.000 guerrilleros habían abandonado la organización.
El 17 de junio de 1997, la nueva dirección del Jemer Rojo, liderada por Khieu Samphan, anunciaba la detención de Pol Pot y la inserción de la guerrilla en la vida civil, acatando la legislación internacional.
Pol Pot, el “hermano número uno”, murió el 16 de abril de 1998 en su choza de la jungla camboyana, prisionero de sus correligionarios.
Días después, el gobierno de Camboya se hizo con el control de Anlong Veng, último bastión guerrillero y de donde huyeron a Tailandia los últimos jemeres, alrededor de quinientos. Otros cuatro mil cambiaron sus uniformes del Jemer Rojo por los de las Fuerzas Armadas del país y juraron fidelidad a la Constitución.
Fuente: EFE