El Sindicato de los Servidores de la Policía Civil del suroriental estado brasileño de Minas Gerais advirtió hoy que los turistas que visitan la región con motivo de la Copa Confederaciones corren riesgo si salen de Belo Horizonte para visitar otros municipios vecinos.
Varias guarniciones del interior del estado fueron migradas para acá, Belo Horizonte, y se desprotegió a las ciudades del interior, teniendo de los 853 municipios varias ciudades sin un policía porque todo el efectivo está aquí en Belo Horizonte, dijo en una entrevista a Efe el presidente del sindicato Denilson Martins.
La Praça Sete, punto de encuentro por estos días de las concentraciones que marchan por el centro de la ciudad, amaneció con una serie de pancartas, escritas en español, en las que los agentes policiales que forman parte del sindicato hacen llamadas de alerta a los turistas.
Muchos de los extranjeros que por estos días visitan Belo Horizonte, en su mayoría mexicanos y japoneses, tienen excursiones a puntos del Minas Gerais, como el parque artístico y ecológico de Inhotim, en el municipio de Brumadinho, y ciudades coloniales, como Ouro Preto, Diamantina y Tiradentes.
Japón y México, ya eliminados, disputan mañana en el estadio Mineirao, de Belo Horizonte, el partido de cierre del Grupo A del torneo.
CUIDADO, EL TURISTA NO ESTÁ SEGURO El investigador policial apuntó que en los últimos años faltaron los concursos públicos para aumentar el contingente de agentes que el país debía preparar para los grandes eventos deportivos.
Cuidado, el turista no está seguro, puede estar momentáneamente seguro aquí en Belo Horizonte, pero si emigra para una ciudad del interior podrá sufrir con asaltos, robos y homicidios, aseveró Martins, quien criticó que el actual efectivo de la institución en Minas Gerais es el mismo de la década del 80.
Nuestro estado es hospitalario, pero el Gobierno no nos da condiciones de garantizar para los turistas y para los ciudadanos de nuestro estado la seguridad y el derecho constitucional de tener su integridad física y su vida protegida, porque el Gobierno no invierte sus recursos en servicios estratégicos esenciales, citó.
La llegada a las seis sedes de la Copa Confederaciones de la Fuerza Nacional de Seguridad, integrada por las policías Civil, Militar y Federal, el Ejército, la Marina y la fuerza Aérea, ya demuestra que el Gobierno percibe que hay riesgos, agravados por la agitación civil y actos de vandalismo, indicó Martins.
POLICÍA EN SITUACIÓN FRAGIL La Policía Civil en el segundo estado más poblado del país, según el representante sindical, está en una situación frágil y recordó que la institución se encuentra en huelga desde el pasado 24 de mayo, en medio de una negociación incipiente y superficial.
La huelga, por disposición de la Constitución brasileña obliga a la institución policial a atender por lo menos el 30% de los casos prioritarios.
El martes, los miembros de la Policía Civil en Minas Gerais realizarán una asamblea para analizar el proyecto de cambio a la Ley de 1969, que establece la reglamentación de la Policía Civil en ese estado, y en la misma se presentarán las más de 200.000 firmas de apoyo que el sindicato recibió por parte de los manifestantes.
Este jueves las protestas que comenzaron hace una semana en Sao Paulo por el aumento de las tarifas de los autobuses se extendieron a cerca de cien ciudades por todo el país y en ellas han participado más de un millón de personas.
La FIFA negó hoy la posibilidad de suspender la Copa Confederaciones por las protestas sociales y afirmó que ninguna selección ha solicitado abandonar la competición.