Hisham, un joven de Siria de 24 años, vivía con su familia en la capital, Damasco.
Para escapar de la guerra en su país inició una larga y peligrosa travesía que lo llevó a Alemania.
Él tuvo suerte, pero muchos otros refugiafos sirios que se marcharon murieron haciendo el mismo viaje.
Según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM por sus siglas en inglés), más de 2.800 sirios han muerto en 2015 al tratar de cruzar desde Libia a Europa.
Ésta es la historia de Hisham.