Un 28 de julio de 1976 la tierra tembl en el noreste de China y la ciudad de Tangshan, con la prdida de 242.000 vidas, ms que en ningn otro terremoto del siglo XX, se desangr por unas heridas cuyas cicatrices perduran 40 aos despus.
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La experiencia del terremoto se puede resumir en una palabra: miserable, rememora en declaraciones a Efe una mujer apellidada Liu, que sobrevivi al terremoto, cuando tena 29 aos.
Han pasado cuatro dcadas de aquella fatdica madrugada y Liu, a sus 69 aos, habla con voz decidida de su vivencia, de cmo la despertaron las sacudidas del suelo mientras dorma y de que se salv gracias a una caja que tena junto a su cama.
Con esa misma resolucin dice que prefiere no contar qu pas con el beb que esperaba aquel julio de 1976, pues a Liu el terremoto la sorprendi embarazada.
El sismo, de 8,2 grados en la escala de Richter aunque el Gobierno chino asegura que fue de 7,8 grados, se produjo a las 3:42 a.m., cuando la mayor parte de la poblacin dorma y no poda reaccionar.
Cuando ocurri el terremoto, la gente estaba durmiendo. Los que conseguimos sobrevivir tratamos de escarbar (entre los escombros), pero los cuerpos salieron ya fros, explica la anciana.
Murieron unas 242.000 personas, aproximadamente una cuarta parte de la poblacin de Tangshan de entonces, y ms del doble resultaron heridas, cifras que lo convierten en el terremoto ms letal del siglo pasado.
Se han hecho muchos estudios para analizar el porqu de la elevada cifra de vctimas en Tangshan y la mayora apuntan a una combinacin de factores: un terremoto virulento en una zona muy poblada y con construcciones de mala calidad.
Un desastre ssmico requiere un gran terremoto cerca de una gran ciudad para producir un temblor del suelo destructivo y que sta tenga edificios no diseados para resistir los sesmos. El de Tangshan reuni todos esos requisitos, concluy un estudio del Instituto Tecnolgico de California (EE.UU.).
La ciudad tal y como haba existido hasta entonces desapareci con el sesmo: ms del 90 % de los viviendas y casi el 80 % de las fbricas no lo soportaron y acabaron en escombros.
La localidad qued aislada, con los suministros elctrico y de agua potable cortados, las comunicaciones por telfono, telgrafo y radio interrumpidas y carreteras y vas frreas destruidas.
- Hroe en medio de la tragedia -
Aunque el temblor se sinti tambin en grandes ciudades cercanas como Beijingy Tianjin (a 180 y 130 kilmetros, respectivamente), un minero, Li Yulin, tuvo que ir hasta la capital para informar al Gobierno chino de la magnitud de la catstrofe y pedir ayuda.
El museo de Tangshan sobre el terremoto, con ms de 400 fotografas y 600 objetos incluido el dibujo del sismgrafo que midi el temblor de la tierra consagra a este minero como hroe en medio de la tragedia y tambin destaca la labor del Ejrcito chino en el rescate y la reconstruccin de la ciudad.
All no hay, sin embargo, ninguna referencia a la participacin extranjera en esas tareas, porque el rgimen chino, con los ltimos coletazos de la Revolucin Cultural y dividido por disputas internas por la debilidad de un Mao Zedong que morira seis semanas despus, rechaz toda ayuda fornea.
La noticia del terremoto, de hecho, no se supo hasta varios das despus, una actitud que mantiene el actual gobierno local de Tangshan, que se neg a responder a las preguntas de Efe sobre la reconstruccin de la ciudad.
Tardamos un ao o dos en limpiar los desechos del terremoto, afirma la superviviente Liu, quien aade que la recuperacin ha sido muy buena.
- La nueva Tangsham-
Un paseo por la Tangshan de hoy da pocas pistas del caos en el que se encontraba sumida hace cuatro dcadas, pues apenas quedan vestigios de esos das.
Algunos muros medio derruidos o un antiguo depsito de agua son las nicas cicatrices visibles en una fisiologa urbana completamente remozada que le vali el sobrenombre de ciudad fnix.
La nueva Tangshan es ms grande de lo que fue, ya que supera los siete millones de habitantes frente al milln que tena en 1976, y ha reservado espacios para preservar la memoria de aquella tragedia, como monumentos y un muro de 300 metros con los nombres de las vctimas grabados.
Tangshan ha cambiado mucho, concluye Liu.
A esta mujer, como a tantos otros en Tangshan, las heridas fsicas se le curaron pronto, pero le quedaron las otras, las de las ausencias, que solo el tiempo cerr dejando cicatrices en forma de recuerdos.
Fuente: EFE
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