Marwa, de seis aos, no podra estar ms contenta: encontr su oso de peluche y su Barbie. Por primera vez desde que el grupo Estado Islmico fue desalojado de Palmira, la perla del desierto sirio, la nia y sus padres pudieron regresar a su hogar el sbado.
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Dos semanas despus de haber reconquistado Palmira, una ciudad de fama mundial por sus antiguas ruinas, el gobierno sirio autoriz la entrada a cientos de habitantes desplazados, por unas horas, para ver el estado de sus casas.
No encuentro todos mis juguetes pero al menos encontr mi Barbie, mi oso de peluche, un collar y un cuaderno, cont Marwa a un equipo de periodistas de la AFP en Palmira. Volver para encontrar lo que falta, asegur.
Junto a ella, su padre, Jamal, de 55 aos, recupera algunos objetos, como la mquina de coser de su esposa, antes de subir a un autobs de regreso a Homs (centro), donde la familia encontr refugio despus de que el grupo yihadista tomara Palmira en mayo de 2015.
Debido a la presencia de minas, aparatos explosivos y el estado de las infraestructuras, las autoridades solo autorizaron visitas de unas horas.
►Siria arrebata Palmira a los terroristas del Estado Islmico
No hay nada como estar en casa
El 27 de marzo, el gobierno del presidente sirio Bashar al Asad, con apoyo areo ruso, reconquist tras feroces combates la ciudad antigua de Palmira inscrita en el lista de Patrimonio Mundial de la Unesco y la parte residencial y moderna de la ciudad.
Se estima que entre 50.000 y 70.000 personas vivan en esa ciudad antes de la llegada del grupo Estado Islmico (EI) y unas 15.000 durante la presencia del EI.
Hoy, la ciudad lleva las huellas de la guerra. Varias calles estn cerradas debido a los crteres que dejaron los explosivos, los techos de muchas casas se hundieron, y los muros tienen marcas de balas.
Mientras que los habitantes inspeccionan lo que queda de sus hogares, artificieros rusos buscan las minas y explosivos colocados por los combatientes del Estado Islmicoantes de huir de la ciudad.
Pese a la tristeza, muchos quieren regresar.
No hay nada como estar en casa, explica Hayat, la madre de Marwa. Es cierto que no hay agua ni electricidad, pero si nos autorizaran nos quedaramos, sin importar los escombros, el polvo y el caos, aade.
Khodr Hammud, un jubilado de 68 aos, opina igual. Est aliviado al ver que el techo de su casa sigue en pie, aunque los cristales de las ventanas volaron y los muros tienen agujeros de bala.
Las paredes, las ventanas y la puerta siguen all, me basta para que mi familia y yo regresemos a Palmira, dice.
►Se puede reconstruir Palmira tras el paso del Estado Islmico?
- No queda nada -
Hammud prefiri venir solo esta vez, para que su familia no vea el paisaje desolador. Pero antes de volver, subi disparado al cuarto de su hijo para recuperar uno o dos juguetes.
Le promet a mi hijo Abdu que le traera los juguetes que tuvo que dejar, explica.
Para algunos habitantes, todo lo que queda hoy es sinnimo de pena y dolor.
Mi marido muri al inicio de la guerra, cuenta Um Khaled, madre de dos hijos. Todo desapareci, no queda nada.
Tres eslganes pintados en un muro atestiguan los aos de guerra civil que asola el pas.
El primero es un homenaje al partido Baas del presidente, el segundo alaba al Estado Islmico y el tercero aplaude a la unidad de lite de la guardia republicana del ejrcito.
Palmira era una ciudad turstica antes de que estalle la guerra en Siria en marzo de 2011. Ms de 270.000 personas han muerto en ese conflicto.
El Estado Islmico, que considera idolatra la veneracin de estatuas y tumbas, destruy los templos ms bellos de Palmira y utiliz el anfiteatro de la ciudad antigua para sus ejecuciones pblicas.
Fuente:AFP