Gaza. Israel y el movimiento de la Yihad Islámica acordaron un alto el fuego para poner fin a los enfrentamientos en la franja de Gaza que han dejado al menos 34 muertos palestinos en dos días.
El miércoles, el emisario de Naciones Unidas para Oriente Medio, Nickolay Mladenov, llegó a El Cairo para tratar de frenar la última escalada militar con la ayuda de los egipcios que tienen una gran influencia en Gaza y mantienen relaciones oficiales con Israel.
Este acuerdo de alto el fuego, que entró en vigor a las 5:30 del jueves, es “consecuencia de los esfuerzos de Egipto” y recibió el aval de “las facciones palestinas, incluida la Yihad Islámica”, indicó un alto responsable egipcio.
Según esta fuente, el acuerdo estipula que las facciones palestinas depongan las armas en Gaza y “mantengan la paz” en las manifestaciones contra el bloqueo de Israel y a favor del retorno de los refugiados palestinos a su tierra.
Por su parte, Israel también debe cesar los bombardeos y “garantizar el alto el fuego” en las manifestaciones de la “marcha del retorno” que han dejado más de 300 muertos y miles de heridos en la franja de Gaza, según esta fuente.
Por otro lado, una fuente de la Yidad Islámica confirmó el acuerdo.
Un responsable militar israelí había indicado el miércoles que el ejército israelí iba a poner fin a su operación en Gaza si la Yihad Islámica cesaba por su parte el lanzamiento de cohetes contra Israel.
— Familia diezmada —
Poco antes de anunciarse el acuerdo, ocho miembros de una misma familia palestina (entre ellos cinco menores) perdieron la vida en los bombardeos del ejército israelí contra miembros de la Yihad Islámica en la franja, anunció el ministerio local de Salud.
Estas nuevas víctimas elevan el balance de muertos a 34 desde el martes y 111 heridos, cuando el ejército israelí inició una andanada de ataques contra miembros de la Yihad Islámica en represalia por los más de 350 cohetes lanzados contra Israel, según datos del ejército.
Los nuevos enfrentamientos se iniciaron el martes con una operación israelí contra Baha Abou al Ata, un comandante de la Yihad Islámica, en la que perdió la vida junto a su esposa. Los israelíes lo acusaban de ser el responsable de ataques contra el Estado hebreo.
En respuesta, la Yihad Islámica lanzó más de 350 cohetes contra Israel, según el ejército, que multiplicó los bombardeos aéreos contra este grupo islamista armado en Gaza, donde viven unos dos millones de palestinos.
En las zonas israelíes cercanas a Gaza las sirenas de alerta están activas desde el martes. En un radio de 40 km de Gaza los servicios público permanecieron cerrados el miércoles.
Un cohete cayó en una vivienda, otro en una fábrica y un tercero cayó en una autopista, a escasos metros de los vehículos que circulaban por ella.
“Paren sus ataques o van a recibir todavía más golpes”, advirtió el miércoles el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
“Estamos dispuestos a combatir y a defender nuestro país. Si piensan que esta salva de cohetes nos va a debilitar o minar nuestra determinación, están equivados”, advitió a la Yihad Islámica.
Esta andanada es la más mortífera desde los enfrentamientos entre soldados israelíes y palestinos que dejaron un reguero de más de sesenta muertos el 14 de mayo de 2018 en Gaza, coincidiendo con la inauguración de la embajada estadounidense en Jerusalén.
Esta decisión ratificó el reconocimiento por Estados Unidos de esta ciudad que los palestinos reivindican como capital de su futuro Estado y que Israel la ha hecho del suyo.
A diferencia de la Yihad Islámica, Hamas, movimiento islamista que controla la franja de Gaza, había aprobado hace unos meses una tregua con Israel negociada con la mediación de Naciones Unidas, Egipto y Catar, que prevé la llegada mensual de millones de dólares de ayuda para el enclave palestino que tiene un desempleo cercano al 50%.
Fuente: AFP