Ginebra (EFE). La Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Navi Pillay, acusó hoy a Israel de crímenes de guerra al atacar hospitales, escuelas, estaciones eléctricas y todo aquello que sea indispensable para vivir en Gaza, y recordó que como “fuerza ocupante” tiene la obligación de ofrecer todos los servicios y derechos básicos.
“Atacar hospitales viola la ley internacional, la cuarta Convención de Ginebra y es un crimen de guerra. Pero no solo eso, como fuerza ocupante, Israel tiene la obligación de ofrecer asistencia médica”, afirmó, contundente, Pillay en rueda de prensa.
“Hay 250.000 personas refugiadas en escuelas de la UNRWA -la agencia de la ONU para los refugiados palestinos-. A pesar de que la dirección de esta agencia alertó 17 veces a las autoridades israelíes sobre ese hecho y las localizaciones exactas de los colegios, el Ejército ignoró esa información y bombardeó ayer de nuevo una de ellas”, agregó.
En ese ataque murieron 19 personas, y en uno anterior similar perecieron otras 16.
Pillay recordó que Israel “ha ido esta vez un paso más allá que en precedentes ofensivas” al destruir la estación eléctrica que abastece a la Franja, lo que hará la vida de sus habitantes absolutamente precaria una vez acabe la ofensiva.
“Atacar objetos, sistemas de distribución de agua o electricidad, saneamiento, infraestructuras que sirvan para mantener la vida es una violación de la ley internacional. Pero además, Israel como fuerza ocupante, tiene la obligación de proporcionar esos servicios”, reiteró Pillay, lamentando que eso no ocurra.
La Alta Comisionada recordó que las violaciones a la ley internacional que comete Israel en esta ofensiva son exactamente las mismas que se registraron en las dos precedentes -2008/2009 y 2012-, denunciadas por, entre otros, la comisión de investigación internacional establecida por la ONU y presidida por el eminente jurista Richard Goldstone.
“En ese informe ya se contabilizaron crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad cometidos por Israel. Unas violaciones, unos ataques que se siguen cometiendo hoy día”.
“Es imperdonable que no se haya tomado ningún paso político para establecer un proceso de rendición de cuentas y que se permita la impunidad de esta situación”, denunció la alta funcionaria.
Pillay recordó que hasta la fecha ningún proceso interno serio se ha llevado a cabo para perseguir a los responsables, y recordó que donde el sistema interno falla se tiene que aplicar el internacional.
“Parece que hay un desafío deliberado de Israel a no cumplir con sus obligaciones internacionales -opinó Pillay-. No deberíamos permitir este tipo de impunidad. No deberíamos permitir que no se investiguen ni se persigan flagrantes violaciones”.
Según los últimos datos con los que cuenta la ONU, desde que comenzó la ofensiva han muerto 1.263 palestinos - 852 civiles, 249 de ellos niños- y 59 israelíes -dos de ellos civiles-.
“Me uno al mundo en condenar la agresión contra Gaza y especialmente el asesinato de civiles”, concluyó.