La autoridades de Italia están considerando reflotar el barco de inmigrantes que naufragó el jueves cerca de Lampedusa y dejó alrededor de 300 muertos, ya que las labores de rescate tuvieron que ser suspendidas por el mal tiempo.
La marea y los fuertes vientos de fuerza 4 impedían a los buzos seguir buscando cadáveres en el mar, del cual solo pudo recuperarse 111 cuerpos. En total, 155 personas pudieron ser rescatadas con vida del lugar.
“Hay una obligación jurídica y moral de recuperar todos los cuerpos. Centenares de familias esperan noticias”, explicó Leonardo Ricci, responsable de la policía de aduanas, a las agencias internacionales.
El barco partió desde las costas de Libia con casi 500 migrantes provenientes, en su mayoría, de Eritrea. Sin embargo, se hundió tras un incendio accidental cerca a la costa de la isla italiana de Lampedusa. Su capitán, un tunecino de 35 años, fue detenido. Había sido expulsado de italia en abril de este año.
En este momento, los restos del barco se encuentran a unos 550 metros de la costa, a unos 40 metros de profundidad.