La VII Conferencia de Defensa Sudamericana, Southdec 2017, terminó ayer en Lima con la presencia de los jefes militares de varios países de la región. Con ellos estuvo el almirante Kurt Tidd, comandante del Comando Sur de Estados Unidos, responsable de la cooperación en el área de seguridad y defensa del Pentágono en América Central, América del Sur y el mar Caribe. En diálogo con El Comercio, el almirante Tidd no dejó de lado la crisis en Venezuela.— ¿Cuáles son los principales desafíos en nuestra región en el área de defensa?En mi opinión, el reto de seguridad más grande que enfrentamos colectivamente como región viene de este fenómeno transregional de la amenaza de las redes criminales y terroristas. La primera es motivada económicamente y la segunda es puramente ideológica. En el Perú ustedes han experimentado las dos. Pero lo que estamos viendo es que las líneas entre ambas se están difuminando, son cada vez más borrosas. Las redes terroristas se están comprometiendo en actividades criminales para recaudar fondos, y también vemos redes criminales que apoyan a las redes terroristas. El problema es que estas redes suponen una amenaza directa a la soberanía de las naciones en la región. Ellas no respetan las fronteras internacionales ni las leyes, y por eso es que nos están retando, por los recursos importantes que invierten, ya sea a través del contrabando, el tráfico de drogas, de personas, el tráfico ilegal de oro o la esclavitud sexual. Nuestros militares, nuestras fuerzas policiales y nuestra comunidad de inteligencia, por sí solas, no tienen la capacidad de lidiar con el problema. Ninguna nación por sí misma puede solucionar esto, debido a la naturaleza transnacional de estas actividades.— ¿Cuál es la estrategia?Uno de los temas específicos que hemos discutido con los jefes de seguridad y defensa de Sudamérica es cómo podemos trabajar mejor todos juntos, cómo convertirnos en un mejor equipo y compartir la información de manera más efectiva, no solo entre militares, sino con la comunidad de inteligencia, los diplomáticos y las fuerzas de seguridad. El objetivo es trabajar efectivamente como un equipo y enfrentar estas redes.— ¿Cómo se puede mejorar esta cooperación entre nuestros países? Porque cada uno tiene una legislación especial...Ese es exactamente el problema. El primer paso es entender dónde están las diferencias para poder hablar el uno con el otro, para aprender del otro, porque un país puede tener un método y puede compartir esas ideas con los demás. Entendiendo nuestros diferentes puntos de debilidad, podremos mejorar nuestros sistemas de seguridad, y hacerlos más resistentes para sobrevivir a estas amenazas globales. — Usted ha manifestado su preocupación por la influencia de Rusia en América Latina. En su momento, el Gobierno Iraní también tuvo acercamientos con varios países de la región. ¿A qué se debe esta preocupación y cómo están haciendo para aumentar la presencia norteamericana?Nosotros tenemos relaciones muy cercanas con los países en esta región que compartimos. Nosotros compartimos esta casa con ustedes. Rusia no está interesada en los intereses de los países de esta región, ellos están compitiendo directamente por influencia. Yo pienso que cada país va a tomar su decisión y va a optar sobre quién es su compañero más confiable. Mi responsabilidad es hacer todo lo que pueda para trabajar junto a todos los países, y generar confianza e igualdad para convencerlos de que tenemos un interés común. Nosotros compartimos preocupaciones, compartimos una mutua responsabilidad de asegurar nuestra región, que es nuestra casa, y ser mejores compañeros.— ¿Qué piensa sobre esta respuesta militar contra Venezuela planteada por el presidente Trump?Yo tengo gran admiración por el liderazgo que el Perú ha demostrado en sacar adelante los esfuerzos diplomáticos. La gente en Venezuela está sufriendo una catástrofe humanitaria. La mejor solución para los problemas en Venezuela es lo que todos los países han reconocido, que es la solución diplomática, una solución regional para un problema regional. El Perú ha demostrado un enorme coraje y habilidad en liderar este esfuerzo diplomático para juntar a los ministros de Relaciones Exteriores, y nuestra esperanza compartida es que esto vaya a un mejor futuro, que se respete completamente la democracia en Venezuela. Eso va a ser lo mejor para nosotros.— ¿La respuesta militar quedaría de lado? Nosotros admiramos los esfuerzos diplomáticos que el Perú está liderando.—La amenaza terrorista internacional ha cambiado. ¿El Estado Islámico (EI) tiene la capacidad para infiltrarse en Latinoamérica? El primer reto es que se tiene que reconocer que no hay ningún país inmune a esta potencial amenaza. En el pasado nos decíamos a nosotros mismos que la amenaza terrorista estaba solo en Medio Oriente o en el norte de África, pero después descubrimos que puede atacar en cualquier parte. Un día puede ser en Niza, Londres, Orlando o San Bernardino. Ninguno de nosotros es inmune a los peligros del mensaje que dan estas organizaciones terroristas, como ISIS, y la facilidad con que ellas transmiten su mensaje por Internet y que se difunden globalmente. Debemos entender y reconocer que tenemos en nuestras poblaciones individuos que pueden ser sensibles a esos mensajes. Además, se trata de individuos que no necesariamente pertenecen a una comunidad musulmana, sino que pueden ser de cualquier comunidad, de cualquier tipo de familia. Son individuos que son atraídos por ese discurso violento y peligroso. El mejor trabajo que podemos hacer es comunicarnos entre nosotros sobre cómo podemos prevenir ese tipo de mensaje.—¿Ha habido algún mensaje de alerta de algún país sobre esta amenaza específica? Prefiero que cada país haga sus propios anuncios.
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