El ex presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, asumirá como jefe de Gabinete de Dilma Rousseff, confirmó la propia mandataria a través de las redes sociales. La medida podría ayudar a Lula a evitar un posible arresto en conexión con casos de corrupción, y a la misma Rousseff a evitar un proceso para destituirla.
Dilma Rousseff anunció así la noticia en Facebook.
SEJA BEM-VINDO!Posted by Dilma Rousseff on miércoles, 16 de marzo de 2016
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Horas antes el jefe de la coalición del Gobierno en la Cámara baja del Congreso, Jose Guimaraes, había adelantado el nombramiento a través de Twitter. “Ministro (Jacques) Wagner muestra grandeza y desprendimiento en el día de su cumpleaños al dejar la Casa Civil! Lula nuevo ministro de la cartera”, escribió Guimaraes.
Ministro Wagner no dia de seu aniversário mostra grandeza e desprendimento ao deixar a Casa Civil! Lula nova Ministro da pasta!— Guimarães (@guimaraes13PT) 16 de marzo de 2016
- ¿Qué representa el retorno de Lula? -
La designación ofrece a Lula da Silva una protección a corto plazo de los fiscales que lo acusaron de lavado de dinero y fraude, mientras que su carisma y sus conexiones podrían ayudar a Rousseff mientras enfrenta una crisis política que amenaza con derrocar a su gobierno.
El retorno de Lula al Gobierno también podría significar un cambio en la política económica, pues el ex presidente criticó abiertamente los esfuerzos de austeridad y pidió un aumento del gasto público para terminar con la peor recesión de Brasil en décadas.
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Rousseff busca defender su Gobierno en medio de una tormenta de acusaciones de corrupción que amenazan su gestión. Apoyarse en el instinto político de Lula y su profunda relación con el Congreso podría ayudarla a evitar una impugnación.
El retorno de Lula a Brasilia el martes fue opacado por una serie de nuevas acusaciones por parte del senador Delcídio do Amaral, un cercano aliado del Partido de los Trabajadores del ex presidente hasta su arresto el año pasado.
En testimonio bajo acuerdo judicial, Amaral dijo que Rousseff estaba al tanto de un esquema de corrupción en la compañía estatal brasileña Petrobras y que uno de sus ministros había tratado de comprar su silencio.
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La popularidad de Rousseff se ha desplomado, golpeada por la peor recesión económica desde la Gran Depresión y por el alcance de la investigación por corrupción enfocada en Petrobras.
Más de un millón de personas marcharon en protestas en Brasil el domingo pidiendo un juicio político contra Rousseff.
Fuente: Agencias