Atenas. Grecia vota este domindo en un referéndum sobre la propuesta de los acreedores para el país. “El pueblo debe dar su opinión y la respetaremos”, aseguró en los últimos días el primer ministro, Alexis Tsipras. Su partido, el gobernante Syriza, está haciendo todo lo posible para que la opinión de los griegos sea la misma que la suya, contraria a las medidas.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
La campaña de cara a la votación fue intensa en todo el país, y los medios de comunicación fueron uno de los principales actores. “¡No tenemos miedo, no!”, tituló el último martes el diario de izquierdas “Efimerida ton Syntakton”, que pidió rechazar las medidas exigidas por los acreedores.
Al igual que los griegos, también los medios se mostraron profundamente divididos respecto a esta cuestión. “Manifestaciones de la desintegración en el país”, tituló el tradicional “Kathimerini” en el segundo día de cierre de los bancos en Grecia.
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(Foto: AP)
En la discusión jugó un papel muy especial la televisión estatal, ERT. El canal está ofreciendo una gran plataforma al gobierno de Syriza para que lleve a cabo su tarea de convencer a la población.
El anterior gobierno conservador redujo al canal público a la mínima expresión y despidió a muchos trabajadores en medio de los recortes. Hace algunas semanas, Tsipras devolvió a la ERT a su forma original y el lunes ofreció una entrevista exclusiva de más de una hora en sus estudios.
Pero también en la calle fue patente la confrontación política entre los defensores y los detractores del programa de recortes. Miles de personas de ambos bandos se manifestaron casi a diario en el centro de Atenas, sin que por el momento se produjeran grandes enfrentamientos entre ellos.
El diario “Avgi”, cercano a Syriza, calificó como una “respuesta del pueblo contra el ultimátum” la manifestación en contra del programa de ahorro celebrada la noche del lunes en la capital griega.
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(Foto: Reuters)
Los ciudadanos están profundamente divididos. Según encuestas de los últimos días, una mayoría está a favor de la permanencia en la eurozona. Pero también están hartos de las medidas de ahorro de los últimos años, que les supusieron rebajas de salario de hasta el 40 por ciento.
“Ahora decide el pueblo, eso es bueno”, afirmó Giannis Mertiris, de 47 años. Como muchos otros griegos, este empleado de una oficina de turismo está a favor de la democracia de base. Pero votará a favor de llegar a un acuerdo con los acreedores. “Creo que Tsipras ya no controla la situación”.
El primer ministro se refirió hasta ahora de una forma más bien difusa a los detalles del referéndum y rechazó las propuestas de los acreedores alegando que ahogarían la economía del país.
La papeleta de la votación simplemente se refiere a la propuesta presentada la semana pasada a Grecia, así que muchos no tienen muy claro sobre qué están votando exactamente.
“No he leído en detalle las propuestas de reforma, pero votaré en contra”, aseguró Maria Voulgari, que trabaja en una tienda de ropa.
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Bancos griegos han cerrado y solo se puede retirar de los cajeros hasta 60 euros (66,82 dólares). (Foto: Reuters)
La campaña del referéndum traspasó las fronteras y el lunes pasado los presidentes de la Comisión Europea y del Parlamento Europeo pidieron a los griegos votar “Sí”.
La canciller alemana, Angela Merkel, no hizo sin embargo ninguna recomendación, pues seguramente quiere evitar que un claro posicionamiento suyo consiga en realidad el efecto contrario.
Su socio en la coalición de gobierno alemana, el socialista Sigmar Gabriel, fue mucho más directo. En su opinión, la decisión de hoy “es en esencia decir sí o no a la permanencia en la zona euro”.
El propio Tsipras vinculó su futuro político al resultado del referéndum y aseguró que si la respuesta es “Sí”, no será primer ministro siempre. Los analistas griegos creen que si se diera esa situación, sería posible que se convocaran de nuevo elecciones.
Fuente: DPA