Sydney (DPA). El caso de Gammy, el bebe con síndrome de Down que nació en Tailandia gracias a una madre de alquiler, dio hoy un giro aún más dramático: los medios australianos publican que su padre biológico cumplió condena hace años por abusos contra tres menores en los años 90.
El diario “Australian” hizo pública la información en base a documentos judiciales. La esposa del hombre confirmó los hechos, indicó a su vez el canal Channel Nine News. Por este cargo, el hombre estuvo en prisión en 1998.
“Las personas cometen errores, pero eso no significa que serán malos por siempre”, citó la emisora a la mujer.
Gammy nació con síndrome de Down y un problema de corazón. Pattharamon Janbua, la mujer tailandesa que alquiló su vientre para tener al niño y a una hermana melliza, denunció que la pareja australiana que la contrató solo se llevó a la niña después del nacimiento en diciembre pasado.
El padre australiano aseguró a los medios en su país el lunes que la agencia que organizó el alquiler del vientre no le había hablado del niño y que desconocía su existencia, algo que la joven tailandesa desmiente.
La mujer, de 21 años y que tiene dos hijos propios de seis y tres años, aceptó alquilar su vientre para pagar deudas y recibió por ello unos 13.000 dólares. Los bebes fueron concebidos por fertilización in vitro porque los padres biológicos eran demasiado mayores para tener un hijo.
Al anterarse hoy de la revelación sobre el padre, Pattharamon Janbua aseguró que quiere que le devuelvan a la niña y que luchará por quedarse con ella. “Estoy conmocionada tras oír esto”, afirmó. “Necesito la ayuda de todo el que pueda traerme a la niña de vuelta cuanto antes. Esto me repugna. Estoy preocupada por mi niña”.
Según la ley tailandesa ella es considerada la madre de los niños, no la donante del óvulo. Sin embargo, la mujer tuvo que haber firmado documentos que le dan la custodia al padre, de lo contrario no habrían podido salir de Tailandia con la bebe.
Según “Australian”, el padre biológico pasó tres años en la cárcel por abusar de dos niñas de menos de 10 años y de un niño de 13.
Mientras tanto, las autoridades tailandesas anunciaron que actuarán con mayor dureza contra las clínicas que ofrecen inseminaciones artificiales. Cinco de las 12 clínicas dedicadas a ello podrían ser cerradas, informó el Ministerio de Salud, por carecer de los permisos necesarios. Se desconoce si Gammy nació en una de esas clínicas.