La fascinación de China con los grillos data del año 750 a.C., cuando los palacios imperiales ostentaban estos insectos en jaulas de oro para disfrutar de su canto.
Hoy en día hay más de 20 criaderos de estos insectos en el país, muchos dedicados a producir gladiadores para la lucha de grillos, un deporte tradicional que se inició hace más de 1.000 años.
Es como la pelea de gallos pero sin la sangre entre dos insectos que se enfrentan dentro de una pequeña caja para determinar cuál es el más agresivo.
Hay reglas estrictas para el combate que son observadas por jueces y la preparación de los grillos requiere de dieta y entrenamiento especiales.
Como todos los años, en esta época se realizan torneos en los que compiten equipos de todas partes de China, que le traen gloria a los dueños y dinero a los apostadores.
COLMILLO ROJO VS. PATA NEGRA En Pekín, por ejemplo, más de 20 equipos participaron en el Campeonato Nacional de Lucha de Grillos, lanzando al ring sus más preciados ejemplares.
Los insectos están identificados con nombres que destacan sus atributos físicos así que, en uno de los combates, Colmillo Rojo dominó a su adversario a Pata Negra ante la algarabía y vítores de los espectadores.
En las peleas, los entrenadores hincan con pequeños palillos a los saltamontes para irritarlos. El gorjeo de los insectos es la indicación de que ya están suficientemente molestos para pelear.
Un juez levanta un separador para que se enfrenten en un tira y afloje que es juzgado según estrictas reglas que datan del siglo XIII.
Se les asignan puntos de acuerdo a cuál insecto logró sobreponerse a su contrincante y los resultados se publican en una cartelera afuera del recinto de combate a la vista de todos.
Los equipos ganadores pasan por diferentes rondas eliminatorias a lo largo de dos días, pero se les pueden deducir puntos si no se adhieren a las reglas, como entregar los grillos a los organizadores seis días antes de la competencia.
DISCIPLINA ESPECIALIZADA En el campeonato nacional, cada equipo puede tener hasta 35 grillos que deben ser pesados y catalogados según su categoría. Igual como sucede en un torneo de boxeo, lucha o levantamiento de pesas.
La crianza y preparación de un grillo de pelea es una disciplina especializada. Los insectos se mantienen en jarrones de barro y se les alimenta con una pasta de soya y agua, parte de una dieta alta en proteína. También están sometidos a entrenamiento diario.
Los animales tienen un promedio de vida de unos 100 días, así que el otoño es la temporada cuando están en su estado óptimo.
La lucha de grillos está asociada con épocas de antaño pero el deporte todavía cuenta con una devota hinchada.
Man Zhiguo, un conductor de camión, lleva más de 40 años dedicado al entrenamiento y espectáculo de los saltamontes peleadores. Tiene una colección de unos 70 grillos provenientes de todas partes del país y algunos de sus ejemplares pueden costar hasta US$1.600.
Crío grillos porque admiro su espíritu positivo, le expresó Man a la agencia de noticias Reuters. Nunca reconocen la derrota, tienen un espíritu luchador.
Lo mismo podría decirse de Man Zhiguo; durante el campeonato ninguno de sus grillos perdió un combate, pero su equipo quedó de cuarto en la general.
La lucha de grillos le puede traer mucho prestigio a sus dueños, pero también se mueve dinero en la forma de apuestas durante la competencia.