El traslado de un grupo de nueve oficiales condenados por graves violaciones a los derechos humanos durante la dictadura militar chilena de Augusto Pinochet desde el lujoso Penal Cordillera a la cárcel de Punta Peuco comenzó poco antes de la medianoche de este sábado.
El cierre del penal Codillera, decidido por el presidente Sebastián Piñera el pasado jueves, se ha llevado a cabo a pesar del suicido esta madrugada del exjefe de la Central Nacional de Inteligencia (CNI), Odlanier Mena, que era uno de los reos afectados por el traslado.
El cambio de los reos del Penal Cordillera, situado en el municipio santiaguino de Peñalolén, dentro de las instalaciones del Comando de Telecomunicaciones del Ejército, a la cárcel de Punta Peuco, a 35 kilómetros al norte de la capital chilena, se debió entre otras razones al malestar social causado por las privilegiadas condiciones en que vivían.
PIÑERA LAMENTÓ SUICIDIO DE REO El presidente chileno, Sebastián Piñera, reiteró hoy su decisión de cerrar el lujoso penal Cordillera y el traslado de sus internos, no obstante el suicidio de uno de los presos, el general retirado Odlanier Mena.
La decisión tomada, a pesar de este trágico fallecimiento, no se va a ver alterada y se va a implementar en el momento oportuno, declaró esta tarde el mandatario, tras enviar sus más sentidas condolencias a los familiares del ex militar.
Odlanier Mena de 87 años había salido el pasado viernes y debía reintegrarse la noche de este domingo al penal Cordillera. Cumplía una pena de seis años de cárcel después de que la Justicia lo declarara culpable en 2009 del fusilamiento de tres dirigentes socialistas cuando el militar era comandante del regimiento Rancagua de Arica, en el extremo norte del país, en el caso conocido como Caravana de la Muerte.
Piñera argumentó su decisión con los principios de igualdad ante la ley, la seguridad de los internos, y en el normal y más eficiente funcionamiento de Gendarmería (la policía de prisiones).