El primer ministro de Libia, Ali Zeidan, aseguró hoy que no piensa renunciar, pese al secuestro del que fue objeto por hombres armados.
Si el objetivo de este secuestro era obligarme a renunciar, entonces sólo puedo decir que no voy a renunciar. Avanzamos despacio, pero estamos en el camino correcto, escribió el primer ministro en Twitter.
Zeidan fue secuestrado por ex revolucionarios armados en la mañana del jueves en el hotel Corinthia de la capital, Trípoli, y unas seis horas más tarde liberado. Después de su liberación, el primer ministro se dirigió a su oficina en Trípoli, informó la agencia de noticias LANA.
Según medios locales, Zeidan dijo que un grupo de milicianos, al que no identificó, lo había secuestrado para obligarlo a dimitir.
De acuerdo con la oficina del primer ministro, Zeidan fue liberado por otra brigada de ex revolucionarios. Al parecer, no se produjo ningún enfrentamiento durante la acción y Zeidan resultó ileso.
La agencia libia Al Tadhamun señaló a su vez citando al comité de seguridad de Trípoli que ex revolucionarios que lucharon contra Muamar al Gadafi se habían ocupado de liberar al jefe de gobierno.
DETENCIÓN Sus captores intentaron hacer pasar el incidente como una detención. Sin embargo, los demás miembros del gobierno no aceptaron esta versión. La fiscalía general del Estado subrayó que no había emitido una orden de detención contra Zeidan.
El presidente del Parlamento libio, Nuri Abu Sahmien, quien aseguró haber visitado al primer ministro durante su secuestro, declaró ante la prensa que no hay inmunidad para revolucionarios.
Muchos libios atribuyen a Zeidan la responsabilidad por el secuestro del presunto terrorista Abu Anas al Libi por parte de un comando estadounidense el pasado sábado en Trípoli. La acción fue condenada como una violación de la soberanía incluso por los libios que no simpatizan con la red Al Qaeda.