El rey de Las Vegas falleció a los 98 años

Nueva York. El multimillonario e inversionista de Estados Unidos Kirk Kerkorian, conocido como el rey de Las Vegas, falleció a los 98 años, anunció Clark Dumont, portavoz del grupo MGM Resorts International del cual el fallecido era principal accionista.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');

Kerkorian, conocido por sus ofertas hostiles a la hora de invertir, falleció hacia las 6 p.m. locales (1 a.m. en el Perú) en Los Angeles, indicó Dumont, sin explicar la causa del deceso.

Ubicado en el lugar 393 en la lista de millonarios que elabora la revista de Estados Unidos Fortune, con una fortuna personal valuada en 4.000 millones de dólares, Kerkorian renunció al consejo de administración de MGM Resorts en 2011 pero todavía controlaba el 19% del capital de la empresa a través de su holding Tracinda Corp.

Estaba casado y tenía dos hijos, según su biografía oficial.

Ex magnate de Hollywood, Kerkorian era conocido por sus inversiones agresivas en empresas.

Hijo de inmigrantes armenios, piloto de la Royal Air Force durante la segunda guerra mundial, este amante de los riesgos montó una compañía de aviones privados antes de hacer su fortuna en la capital del juego, Las Vegas.

En 2005, extendió aún más su imperio del juego al comprar por casi 8.000 millones de dólares al prestigioso grupo de hoteles-casinos Mandalay Resort.

Sus otras pasiones eran el cine y los automóviles, con las que también tuvo relaciones tormentosas. En 1969, compró los míticos estudios de Hollywood Metro-Goldwyn-Mayer (MGM), empresa que vendió y recompró dos veces.

En 1990, el rey de Las Vegas se lanzó al sector automotor al convertirse en el principal accionista del fabricante de Estados Unidos Chrysler. En 1995, lanzó una oferta de adquisición hostil sobre el grupo, que fracasó.

El inversor debió retirarse de Chrysler tras su fusión con el alemán DaimlerBenz en 1998.

En 2005, compró el 10% de General Motors y reclamó sin éxito cambios en el seno del gigante, tras lo cual vendió sus acciones en 2006.

Fuente: AFP