“Yo soy sobreviviente no por heroísmo o por defensa o por resistencia, no existía eso. Sobreviví porque los nazis no tuvieron tiempo de aniquilarme”, rememoró en entrevista con AFP Hirz Litmanowicz, llegado niño a Auschwitz y quien reconstruyó su vida en Perú.
De 83 años de edad, Litmanowicz prepara en Lima un libro de memorias sobre la experiencia que vivió, consciente de ser uno de los más jóvenes testigos que quedan de la larga noche de sombras y terror que vivieron los judíos con los nazis.Seguir a @Mundo_ECpe!function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
“Calculo que de aquí a cinco años no va a quedar nadie”, añade este hombre menudo, que luce tatuado sobre su brazo izquierdo el número 125.424 con el que los alemanes lo registraron a su llegada a Auschwitz en 1943.
“Estuve tres meses en Auschwitz. Tenía 12 años. Me asignaron un trabajo: ser el muchacho de mandados del doctor Josef Mengele”, el siniestro médico de la SS, apodado el “ángel de la muerte” por sus experimentos con los prisioneros.
De Auschwitz pasó al campo de Sachsenhausen, donde estuvo dos años hasta mayo de 1945 cuando los nazis huyeron con los presos ante el avance del Ejército Rojo.
De 1945 a 1950 vivió en un orfelinato francés en Miossac, cerca de Toulouse (suoreste de Francia), y luego emigró a Perú, donde llegó en 1952.
En Lima trabajó como carpintero y salió adelante. Se casó con una peruana con la que tuvo cuatro hijos, de los cuales tres viven en Israel. Tiene seis nietos.
En un rincón de su casa destacan dos fotos antiguas, en blanco y negro, de su familia polaca completa: “Son mis padres y sus cinco hijos. Yo soy el más pequeño. Es lo único que tengo de ellos”.
Litmanowicz volvió a su natal Polonia de visita tres veces en los últimos 70 años, pero jamás regresó al lugar donde nació, Bedzin, cerca de la frontera con Alemania.
“¿Por qué volver a vivir en mi país si era hostil y en la ciudad donde nací mataron a toda mi familia?”, pregunta.
“Todos los sobrevivientes de los campos de concentración hemos pagado con nuestra sangre y sacrificio para la creación del Estado de Israel. No hemos obtenido un Estado de la bondad de la ONU. Ningún país nos quería en ningún lado. Eso no se debe olvidar”, afirma bajo un retrato al óleo de Theodor Herlz, el fundador del movimiento sionista.
- Intolerancia en Europa -
Sobre la nueva realidad en Europa, 70 años después de la liberación de Auschwitz, Litmanowicz lanza que “los culpables de la intolerancia actual son los europeos, ellos la crearon”.
Según este sobreviviente, las condiciones para fomentarla se fueron creando a partir de la “importación de mano de obra de los países árabes y africanos”, que destapó brechas sociales, culturales y religiosas.
“Francia y Alemania tienen que adaptar a sus connacionales (de origen árabe y confesión musulmana) y estos tienen que dejarse adaptar” para convivir en paz observa.
“Todas las religiones se dicen maravillosas, buscan la paz y promueven el amor, pero ellos (los radicales islamistas) acaban asesinando a su propia gente”, dice en referencia al atentado en París contra la revista Charlie Hebdo en el que murieron 12 personas entre ellos un policía francés de origen árabe.
Pero en cuanto a los judíos, piensa que “somos otro problema: somos europeos de cientos de años totalmente introducidos en la economía. A nosotros los europeos nos discriminaron por la religión. El Vaticano no nos quería”.
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Fuente: AFP