El video es angustiante. Un niño de ocho años con los bíceps esposados detrás de su espalda -porque sus manos son demasiado pequeñas y quedan niños en ese instrumento policial- llorando y gritando del dolor en una oficina de su colegio. Detrás, un agente intenta aleccionarlo, haciendo oídos sordos al sufrimiento del menor, que padece trastornos de atención.Seguir a @Mundo_ECpe !function(d,s,id){var js,fjs=d.getElementsByTagName(s)[0],p=/^http:/.test(d.location)?'http':'https';if(!d.getElementById(id)){js=d.createElement(s);js.id=id;js.src=p+'://platform.twitter.com/widgets.js';fjs.parentNode.insertBefore(js,fjs);}}(document, 'script', 'twitter-wjs');
El hecho ocurrió el año pasado en una escuela de Kentucky y es objeto desde ayer de una causa judicial. La Unión Estadounidense por los Derechos Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), el Centro Legal para Niños y la firma de abogados Dinsmore & Shohl presentaron ayer una denuncia federal en Covington, Kentucky, por los maltratos que recibieron dos niños de 8 y 9 años con discapacidad, algo que les generó a los menores “dolor, miedo y trauma emocional”.
El “perturbador video” que publicó la ACLU muestra a “S.R.”, un niños de ocho años con Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad esposado y llorando del dolor. Las imágenes son apenas un recorte de los quince minutos que duró el episodio.
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“No vas a pegarme de esa manera”, le dice el oficial de Recursos Escolares de varios colegios de Covington, Kevin Sumner, sin mostrar misericordia. “Puedes hacer lo que te hemos pedido o puedes sufrir las consecuencias”, lo amenaza, mientras el niño se queja del dolor a puro llanto en una de las oficinas de su escuela, la escuela primaria Latonia, al sur de Cincinnati.
La demanda, también publicada en el sitio de ACLU, precisa que el hecho ocurrió en agosto del año pasado, cuando el niño de tercer grado fue expulsado de la clase porque no seguía con atención al maestro y enviado a la oficina del director. Intentó escapar de ahí, pero fue retenido por empleados del instituto. Sumner fue entonces convocado para escoltar al niñoal baño, y, de regreso a la oficina, el niño intentó golpear al agente, dice la demanda, citando un informe de la comisaría del condado de Kenton. Ahí fue cuando Sumner le puso las esposas alrededor de sus bíceps.
La demanda remite a dos maltratos que sufrió también una niña de nueve años, L.G., que tiene el mismo trastorno y otras “necesidades especiales”. La niña fue esposada dos veces de igual manera por sus bíceps.
Según la demanda, la niña fue enviada a una sala de aislamiento en agosto pasado por ser “destructiva”. El informe de la comisaría indicaba que Sumner la esposó porque ella estaba “tratando de lastimar al personal de la escuela”.
En la demanda, ACLU afirma que la experiencia le causó a la niña “una crisis de salud mental grave” y que debió ser trasladada en ambulancia a un hospital para una evaluación y tratamiento psiquiátrico tras el hecho.
El texto judicial dice además que ambos niños son protegidos por el Acta para Norteamericanos con Discapacidades, y afirma que el oficial violó esa norma y los derechos constitucionales de los menores.
La demanda fue radicada contra Sumner, el comisario de Kenton Chuck Korzenborn -por fallar al entrenar adecuadamente y supervisar a Sumner- y la comisaría de Kenton en general.
El escrito dice que ambos funcionarios de la escuela que participaron de las escenas estaban al tanto de las discapacidades de los estudiantes, que incluyen “impulsividad y dificultad para prestar atención, cumplir con instrucciones, controlar las emociones y permanecer sentados”.
- Ilegal -“Esposar a niños no está bien. Es traumático, y en este caso también es ilegal,” dijo Susan Mizner, abogada sobre discapacidad para la ACLU, en un comunicado de prensa. “Usar la fuerza de la ley para disciplinar a los estudiantes con discapacidades sólo sirve para traumarlos. Empeora los problemas de comportamiento e interfiere con el rol de la escuela para desarrollar los planes de educación y comportamiento para ellos”, agregó.
Robert Sanders, abogado de Sumner, dijo que el oficial esposó a los niños porque “estaban poniéndose a sí mismos y a otras personas en peligro y eso es lo que el libro dice que hay que hacer”.
“Los estudiantes de color y los estudiantes con discapacidad son especialmente vulnerables a empujar fuera tendencias y la aplicación discriminatoria de la disciplina. En este caso, uno de los niños es latino y el otro, afroamericano”
La demanda busca que se prohíba a la escuela y a los oficiales llevar a cabo ese procedimiento, y exige que haya un entrenamiento adicional para los oficiales de Recursos Escolares al tratar con niños de necesidades especiales. Además, solicita dinero para compensar el dolor y el trauma emocional y los honorarios de abogados.
El Departamento de Educación federal informó el año pasado que los estudiantes con discapacidad representan el 12 por ciento de los estudiantes en las escuelas públicas, y el 75 por ciento de los estudiantes sometidos a maltratos en la escuela.
“Los estudiantes de color y los estudiantes con discapacidad son especialmente vulnerables a los maltratos y la aplicación discriminatoria de la disciplina. En este caso, uno de los niños es latino y el otro, afroamericano”, denuncia ACLU.
Fuente: La Nación de Argentina / GDA