Las autoridades de Tailandia permitieron a los manifestantes que protestan contra el gobierno de la primera ministra Yingluck Shinawatra sobrepasar las barreras que protegen la sede gubernamental en Bangkok.
En lugar de seguir defendiendo con gases lacrimógenos y cañones de agua las sedes del gobierno y la central de la policía, las autoridades han abierto las puertas y han dejado entrar a los manifestantes, indicó la agencia DPA.
Un corresponsal de la BBC en Bangkok asegura que la estrategia de los militares está destinada a frustrar el ánimo de algunos líderes de crear mayores enfrentamientos.
El cambio de táctica estaría funcionando. Según el corresponsal de la BBC, en los últimos días se ha comenzado a vislumbrar el fin de las protestas, ya que las manifestaciones parecen estar perdiendo su impulso inicial.
Hasta el momento, ambas partes no se ponen de acuerdo y la primera ministra rechaza la petición de los manifestantes de que su gobierno sea remplazado por un consejo no elegido.