Iquique, Chile (DPA). Una bebé de seis días murió hoy en la calle luego de que ella y su madre debieran abandonar la casa en que vivían tras los dos terremotos que azotaron esta semana el norte de Chile.
“La madre se dio cuenta alrededor de las 07:00 de la mañana de que la menor mantenía espuma en su boca y botaba sangre de su nariz”, explicó el mayor de policía Juan Carlos Huilcamán.
La madre, al notar los síntomas, corrió hacia un centro asistencial, pero su hija no sobrevivió el paro cardiorrespiratorio que la aquejó, en medio del frío y el pánico en el área.
“Se encontraba en la calle producto del terremoto”, lamentó el oficial de policía, desde la empobrecida comuna de Alto Hospicio, en la provincia de Iquique.
La muerte de la lactante, la séptima atribuible a los movimientos telúricos, ocurre en momentos en que el gobierno intenta normalizar los suministros básicos y controlar la especulación de precios.
La policía chilena, de hecho, comenzó hoy a detener a comerciantes que subieron fuerte e ilegalmente los precios de productos y servicios básicos.
Los movimientos telúricos, que motivaron alertas de tsunami en casi todo el Pacífico latinoamericano, destruyeron caminos y afectaron el aprovisionamiento de agua y electricidad en algunas zonas.
Seis personas murieron durante el terremoto del martes, que alcanzó una magnitud de 8,2 en la escala de Richter. Unas 3.000 viviendas quedaron inhabitables, según reportes iniciales.